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Solidaridad con el movimiento magisterial

A la memoria del profesor Othón Salazar Ramírez

En el aniversario número 30 de la lucha y conquista de la democracia sindical de la heroica Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), envío a sus directivos y base magisterial cálidos saludos, deseándoles realizar mayores esfuerzos para mejorar las condiciones generales de vida de sus integrantes.

Asimismo, para que procuren trabajar intensamente para lograr el cambio sustancial que necesita Oaxaca y México.

Como leal y comprometido simpatizante del trabajo de movilización y de construcción política que cotidianamente realizan en beneficio, desde luego de la niñez, juventud y pueblo marginado en renglones como el económico, salud y la educación, por causa de los malos gobiernos ligados a corrientes ideológicas de ultraderecha como El Yunque.

Ante esto, me permito con el debido respeto expresarles a manera de sugerencias lo siguiente:

El movimiento reivindicativo sindical que como Sección y en representación legal y política de miles de maestros que conforman la base de trabajadores de la educación en Oaxaca, debe cuidarse con esmero porque desde l980 vienen trabajando para sacudirse de élites-cúpulas y mafias que operan desde hace años en el SNTE con repercusiones naturalmente en nuestro estado.

En esta situación de historias es bueno hacer memoria y recordar que en los años 40 la cúpula del SNTE estuvo en manos del ingeniero Robles Martínez, después le siguieron los profesores Manuel Sánchez Vite, Carlos Jonguitud Barrios y hoy Elba Esther Gordillo Morales, aliada ésta primero con Vicente Fox Quezada, del PAN, y ahora con Felipe Calderón Hinojosa (de la ultraderecha), continuadores del caos en que han sumergido a la nación.

En l956 surge el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), encabezado por el profesor Othón Salazar Ramírez, en contra de esa mafia que lacera al Magisterio y al pueblo.

En el inicio de la lucha hubo manifestaciones públicas y de protesta contra la represión económica, laboral y política, pero la SEP y el Gobierno federal se negaban a resolver las justas y sentidas demandas del movimiento.

En ese entonces, l958, el cuerpo directivo y la base magisterial de la sección 9 del SNTE decidió ocupar pacíficamente el edificio de la SEP durante 62 días.

Las primeras semanas de ocupación y como estudiante de Medicina atendí a compañeros maestros en los elevadores con escaso material de curación y de medicamentos.

Después, la atención mejoró por la solidaridad de compañeros maestros y organismos sindicales como el Ferrocarrilero, el de Electricistas y de Telefonistas, así como del pueblo.

De ese trabajo y otros la base siempre estuvo informada, pues todas las tardes y noches hubo asambleas con ese carácter y fue un éxito.

Sólo con la movilización y la presión políticas hubo logros aceptables en lo económico y laboral, no así en la democracia sindical que sucedió en los años 59-60, cuando el MRM conquistó la dirección sindical de la Sección 9, aunque por poco tiempo.

En el gobierno, la cúpula del SNTE y el oportunismo político de algunos “compañeros leales” cayeron en la traición.

Por eso hay que cuidar mucho los avances políticos para que el movimiento magisterial cristalice las sentidas demandas y aspiraciones, principalmente la ¡Libertad de los presos políticos!, la ¡Presentación con vida de los desaparecidos políticos! y poner un ¡Alto a los asesinatos políticos!

En los años 80, cuando los maestros oaxaqueños realizaron plantones y huelgas de hambre en la Avenida Belisario Domínguez y el atrio de la Catedral Metropolitana, se acudió en solidaridad como médico y como parte del movimiento que se siente como la propia vida.

Por eso participamos mi esposa y yo en la Marcha caravana Oaxaca-México en septiembre-octubre del 2006, por la dignidad magisterial, conscientes de la lucha, del movimiento social y de las condiciones precarias que vulneran el corazón y pensamiento histórico y progresista de Oaxaca y México.

Siempre estaremos dispuestos a ser de izquierda, manifestando solidaridad con las causas justas: democráticas y revolucionarias, además de luchar por un verdadero cambio social.

No hay que olvidar a los próceres de la educación y de la historia patria para no creer en falsas promesas.

* Médico pediatra, ex rector de la UABJO.

 

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