JUCHITÁN, Oax., septiembre 9.- A tres de años de su puesta en marcha, los famosos “Juicios orales” son una mentada de madre para la sociedad oaxaqueña en general e istmeña en particular, afirman aquí.

Para Rubén Calvo Martínez, de la Organización para la defensa de los derechos de las víctimas (Orddev), “la sociedad está cansada de exigir justicia y vive en carne propia la prepotencia de las autoridades”.

En entrevista, se refiere a los hechos contenidos en los legajos de investigación y números de causa seguidos en los tres últimos años y que dan cuenta de la nueva forma de impartir justicia a la sociedad istmeña.

Dice que la población sigue siendo víctima de atracos, extorsiones, abusos sexuales y delitos diversos, y lo único que obtiene como respuesta de los tribunales del “Juicio oral” es que con la nueva reforma los presuntos delincuentes pueden seguir su proceso en total libertad, lo que genera indignación, rabia y coraje para la sociedad del istmo, sostuvo.

“Si hacemos una investigación de todos los asuntos que han quedado impunes, con las órdenes de aprensión que no han sido ejecutadas o el beneficio al imputado al comparecer en forma espontánea, es una muestra que el sistema judicial y de procuración de justicia que impera en la región del Istmo ha sido ineficiente para acabar con la impunidad.

“Por eso, la desconfianza hacia las autoridades y los tribunales del Juicio oral induce a las víctimas de algún delito a aplicar justicia por mano propia”, alerta.

Refiere que la Orddev y diversas organizaciones o agrupaciones han protestado por la mala aplicación de impartir justicia, a través de los “Juicios orales”, pues lo único que han provocado es la incapacidad de vivir conforme a derecho y respeto a las garantías Individuales.

“Es de suma importancia aclarar que no estamos a favor ni en contra de ninguna de las partes involucradas en un delito que provoca indignación”, afirma.

Y fue más allá. Responsabilizó al Sistema Acusatorio Adversarial de la “descomposición cada vez más evidente de la ciudadanía, pues es claro que la delincuencia sabe que cuenta con un escudo grande que son los famosos Juicios orales”.

Calvo Martínez hace un llamado al magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, el istmeño Héctor Anuar Mafud Mafud, para que reconsidere sus alabanzas al Sistema Acusatorio Adversarial, también llamado “Juicio oral”, pues no es posible que siga creyendo que este nuevo giro en la aplicación de la justicia penal traiga beneficios para la sociedad.

Insiste en que al menos en la región del Istmo de Tehuantepec, “únicamente ha dejado impunidad y descontento, pues lejos de dar solución a los problemas el Juicio oral ha venido a entorpecer las funciones de los demandantes”.