La presidenta del Comité Directivo de la Sección 59 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Erika Rapp Soto, dijo que el gobernador electo, Gabino Cué Monteagudo, desconoce la realidad educativa de Oaxaca y “quiera o no tendrá que reconocer a la seccional porque cuenta con su toma de nota que los avala con gremio laboral ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje”.
Ante el desconocimiento que hiciera el Mandatario electo a su seccional, presuntamente por carecer de toma de nota, la lideresa afirmó que no le preocupa porque cuenta con la toma de nota debidamente requisitada.
“Yo creo que el señor no conoce la realidad educativa de Oaxaca, pero en su momento, cuando asuma su cargo como debe de ser, habrá la oportunidad de entregarle una copia y sentarse a dialogar con nosotros”, confió.
Con documento en mano, emitido por la primera sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje en el expediente RS 43/44, Promoción 37373, Cuaderno 38, Rapp Soto señaló que en la clase política gobernante existe mucha intolerancia “y para él (Gabino Cué) va a ser una escenario muy complicado”.
Aseguró que la Sección 59 del SNTE no busca trato preferencial ni privilegios de Gabino Cué, “simplemente un trato institucional, no de sumisión, no de compromisos, no de alianzas”, a fin de que se garantice el respeto a los derechos laborales de los mentores de esa seccional.
La lideresa magisterial calificó de “lamentable” que en Oaxaca se violente la ley y el estado de derecho por parte de la Sección 22 del SNTE y no pase nada.
“Se violenta la ley por un conflicto sindical de maestros o más bien adultos, y lamentablemente los niños y jóvenes arrastran esto”, reprochó.
“Entonces la petición de nosotros no es el privilegio, simplemente el respeto a los derechos laborales de los compañeros, para que no se les señale o margine, porque los que integran la Sección 22 nos discriminan; es el colmo”, denunció.
Indicó que si el nuevo Gobernador corresponde a la Sección 59 con un actuar dentro de ley, se darán por bien servidos, “porque a nosotros sí nos preocupa la educación en el estado de Oaxaca”.
Rapp Soto rechazó, además, que el gremio que encabeza se esté desmoronando, como lo afirman los de la Sección 22, y mucho menos que integrantes estén regresando al sindicato que lidera Azael Santiago Chepi.
Refirió que desde diciembre de 2009 han vertido este tipo de señalamientos, “que no me extrañan, pero afortunadamente nuestros compañeros, con muchas adversidades, seguimos cohesionados”.
Afirmó que los profesores de la Sección 59 han antepuesto la dignidad y el orgullo en el proyecto que como seccional han delineado desde el 2005, cuando se conformaron en torno al Consejo Central de Lucha (CCL).
Aseguró que su membrecía es de cinco mil trabajadores de la educación, con presencia en 500 escuelas ubicadas en diversas zonas de la región Mixteca, como Tamazulapam, Huajuapan de León, Coixtlahuaca y Tlaxiaco.
Igualmente en la Cuenca del Papaloapan, con presencia en San Juan Bautista Tuxtepec, y en la Costa en sectores como Jamiltepec, Santa María Huatulco y Puerto Escondido, además del Istmo de Tehuantepec, en Juchitán Zaragoza, Ixtepec, Mixtequita, y en el Valle Central, en Pueblo Nuevo, Santa María Coyotepec y Mitla.
Precisó que en estos municipios tienen presencia en escuelas primarias generales, secundarias y de educación especial.
Precisó que ellos nacieron en el año 2005, no en 2006 como se dice, “a partir de diferencias internas con el entonces dirigente magisterial, Enrique Rueda Pacheco, a quien le comprobaron desvío de recursos económicos de la Sección 22.
“A partir de que desconocimos a Enrique Rueda Pacheco y no acudimos a la convocatoria que éste emitió para el paro estatal (en el 2006), nos mantuvimos trabajando”, recordó.
Llegados los días críticos del paro del 2006, que después se tornó en conflicto sociopolítico, Rapp Soto atribuyó la consolidación de la Sección 59 del SNTE a partir de que el gobernador Ulises Ruiz Ortiz convocó a las autoridades municipales a contribuir al desarrollo de clases en las aulas.
“Nosotros nos sumamos, no le cerramos la puerta a nadie y abrimos escuelas en ese entonces”, admitió.
Sin embargo, cuando la Sección 22 vuelve a clases a finales del 2006, luego de iniciarse el diálogo con la Secretaría de Gobernación, se da el estigma de relacionarlos con el Gobierno.
“No estuvo premeditado. Es un error relacionarnos con el conflicto del 2006. Nacimos en 2005”, insistió la lideresa Erika Rapp.
Argumentó también que su relación con la presidenta vitalicia del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, “es porque a esa instancia hay que acudir… no podemos ir al sindicato del ISSSTE u otros gremios”.
Reconoció que el proceso de consolidación de la Sección 59 ha sido difícil, ante las trabas de que constantemente son objeto por parte del Gobierno del Estado, a pesar de que cuentan con los documentos oficiales que los reconocen como un sindicato debidamente registrado ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
