OAXACA, OAX., mayo 8.- El arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, convocó este domingo a las mujeres a alzar la voz en contra de quienes mutilan su dignidad y su misión, “porque a ninguna mujer limpia y honesta le gustaría ser lesbiana y a ningún hombre limpio y honesto le gustaría ser homosexual”.

Al abrir el debate sobre este tema que ha causado escozor y polémica entre la Iglesia católica y las comunidades lésbico-gay’s, Chávez Botello sostuvo que “toda persona que de manera objetiva y serena aprecia su cuerpo y sabe entender la grandeza de su misión, porque Dios no se equivoca, nacimos con un sexo y una misión”.

En conferencia de prensa, al término de su tradicional homilía dominical, aclaró que sus palabras no buscan discriminar a la comunidad lésbico-gay. “Respetamos a todos así como hay que respetar a una persona que tiene vicios, pero no es que la justifiquemos, hay que ayudarlo a que salga”, señaló.

El Jefe de la Iglesia católica en la entidad oaxaqueña sostuvo que “las mujeres, en su papel de madres, son indispensables para mejorar la vida”.

Y a propósito del “Día de las Madres”, pidió a las mujeres “defenderse y hablar más en contra de quienes, a veces empujando a algunas personas por delante, van manipulando y queriendo inyectar en la sociedad una manera de ver a las mujeres que no va con su dignidad”.

Chávez Botello rechazó la violencia y el machismo ejercido actualmente contra las mujeres, lo que les ha impedido acceder a cargos de representación popular o a la alta jerarquía.

“No solamente es reprobable el machismo, porque ya ha causado mucho mal. Muchas de estas limitaciones las hemos respirado como si fuera algo de cultura, por desgracia todavía hay la inercia de que las mujeres no pueden desempeñar ciertos servicios en comunidades indígenas”.

Urgió a cada sector de la sociedad a hacer su trabajo para erradicar completamente la violencia contra las mujeres. “Puede ser la misma autoridad la que descuida la ley, puede ser que sean los familiares, algunos otros espacios corrompidos”, señaló.

El Arzobispo de Oaxaca consideró que los grandes problemas sociales exigen la participación de todos para no dejar vacíos.

Lamentó el trato comercial que se les llega a dar a las mujeres y la forma en que, orilladas por la pobreza y el hambre, algunas mujeres cedan.

“Esa es una de las grandes lacras de la sociedad y una de las tareas pendientes”, indicó.