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Libre, la maestra Malena; SCJN no encontró delito, tras 4 años de prisión

SANTA MARÍA Ixcotel, Santa Lucía del Camino, Oaxaca, mayo 17.- “No hay delito que perseguir; soy inocente de lo que se me acusaba y pido que Dios bendiga a la Señora y al Niño”, soltó la profesora Magdalena García Soto, luego de recuperar su libertad tras cuatro años de prisión en la Penitenciaría Central ubicada en esta Agencia municipal.

Acompañada de su abogado, la Maestra Malena fue liberada poco antes de las 12:00 de la noche de este martes 17 de mayo de 2011, tras el veredicto de inocencia emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que NO la encontró culpable de haber “colaborado” en la violación del hijo menor de Leticia Valdez Martell, presuntamente en el prestigiado Instituto San Felipe de la Ciudad de Oaxaca en el año 2006.

En la reja de acceso a la Penitenciaría Central de Santa María Ixcotel, en medio de una lluvia pertinaz, la esperaban familiares, amigos y compañeras de trabajo, encabezadas por la profesora Yolanda León Ramírez, directora general del Instituto San Felipe, así como una docena de reporteros de todos los medios de comunicación.

En breves declaraciones a la prensa, con la promesa de que posteriormente ofrecería una conferencia, García Soto dijo que “lo único que quiero decir es que agradezco mucho a los ministros de la Suprema Corte que tuvieron a bien revisar mi caso detenidamente y no se dejaron llevar por los vicios que llevaba el expediente, ni por emociones, sino que se portaron a la altura de su investidura”.

Visiblemente emocionada, se dijo “feliz de irme a casa con mis hijos, feliz de estar libre, muy feliz de ver que realmente en este país se hace justicia y que el caso quedó en manos de personas muy capaces que a final de cuentas se dieron cuenta de que no hay delito que perseguir, como lo dije desde un principio”.

Antes de salir de prisión, en entrevista telefónica con la periodista Adela Micha, la profesora del Instituto San Felipe reveló que este mismo martes recibió una llamada de amenaza por parte de la madre (Leticia Valdez Martell) del menor presuntamente violado en repetidas ocasiones.

Dijo que en el mensaje le advirtieron que “esto no se va a quedar así”, que la mujer que le llamó estaba inconforme, pero que no le dio más tiempo de hablar.

La profesora García Soto responsabilizó a Valdez Martell de “cualquier cosa que pudiera sucederle a ella o a su familia”.

Dijo que aún no ha platicado con sus abogados si actuará contra sus acusadores, pero aseguró que desea volver a su trabajo en el prestigioso Instituto San Felipe, porque “de la cárcel se va siendo mejor persona, mejor mujer y mejor profesionista”.

Además, le reveló a Micha que le detectaron “quistes malignos” en la matriz, por lo que seguirá con su tratamiento.

Ordena la SCJN libertad inmediata

En el transcurso de la tarde de este martes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación concedió el amparo “liso y llano” y ordenó la inmediata libertad de la maestra Magdalena Rufina García Soto.

Con seis votos a favor, el pleno del máximo tribunal de Justicia del país invalidó la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justica del Estado de Oaxaca (TSJE), de seis años de prisión, en contra de García Soto por el delito de “violación equiparada” en agravio de un menor cometido en las instalaciones del Instituto San Felipe.

Con el voto en contra del ministro presidente Juan Silva Meza, de Olga Sánchez Cordero y de Arturo Saldívar, la mayoría consideró que “no se acreditó la responsabilidad plena de la acusada por haber sido quien conducía al niño al gimnasio en donde fue agredido sexualmente por Hugo Gabriel Constantino y el maestro de computación, Adán Salvador Pérez”.

Incluso, hubo ministros como Margarita Luna Ramos y Sergio Aguirre Anguiano que pusieron en duda que el menor hijo de Leticia Valdez Martell hubiera sido violado.

Por su parte, Silva Meza lamentó que con esta decisión la SCJN no reconociera el valor probatorio de los menores víctimas de delitos sexuales como un elemento fundamental en este tipo de asuntos.

Señaló que si bien tienen que ponderarse diversas pruebas para acreditar la responsabilidad de los agresores, “generalmente los niños dicen la verdad”.

Esto no significa que los testimonios de los niños no puedan ser manipulados o que los menores se equivoquen o engañen, pero existen elementos de prueba suficientes en materia de psicología infantil para comprobar cuando la declaración de un menor es auténtica, como fue el caso en este asunto, dijo.

El ministro Silva Meza insistió en que deben tomarse en cuenta en ese tipo de casos criterios internacionales que obligan al Estado a tomar las medidas que se requieran para hacer prevalecer los derechos y el interés superior del niño.

Después de terminar su intervención, el ministro José Ramón Cossío rechazó la argumentación de Silva Meza y “con todo respeto” le dijo que su discurso había sido retórico y que no había aportado elementos para demostrar la culpabilidad de la acusada.

Rechazó también que la mayoría no hubiera tomado en consideración el testimonio del menor y sostuvo que en el proyecto elaborado por la ministra Olga Sánchez Cordero “no se demostró la responsabilidad de la acusada”.

Los ministros Guillermo Ortiz Mayagoitia y Luis María Aguilar hicieron comentarios similares para justificar su voto en favor de la maestra García Soto.

La resolución de la Corte es una burla: Valdez Martell

Leticia Valdés Martell, madre del menor presuntamente violado en el Instituto San Felipe de Oaxaca, descalificó la resolución de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y llamó a la sociedad a “no denunciar este tipo de actos si no se cuenta con poder económico y político”.

Calificó como una “burla” la resolución de los ministros, dijo estar “muy decepcionada” e, incluso, pidió a las personas que pasen por lo mismo que ella que “no denuncien y mucho menos si no tienen el poder corruptor con los que cuentan los criminales”.

En entrevista radiofónica con el periodista Ciro Gómez Leyva, la madre del menor insistió en que su hijo –en ese entonces de 4 años de edad, hoy de 8—“señaló contundentemente a García Soto como la persona que lo llevaba al encuentro de dos hombres que abusaban sexualmente de él” (sic).

 

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