OAXACA, OAX., mayo 25.- Luego de haber viajado al Distrito Federal para reconocer un cuerpo hallado en las fosas clandestinas de San Fernando, Tamaulipas, familiares de los diez hombres de Zapotengo Pochutla, desaparecido el 14 de julio de 2010, regresaron a Oaxaca con las manos vacías. 

Celerina Santos Santiago, esposa de Nemorio Vizarretea Binalay, informó que no se pudo establecer el parentesco entre el cuerpo que sería entregado por autoridades de la SIEDO y el ADN de los familiares.

“No estamos formalmente seguras de que sea el cuerpo que nos quieren dar. No fue compatible el AND. Se tienen que hacer las pruebas del ADN para ver si es o nos están dando otro que no es de nosotros”, dijo.

La mujer, quien viajó junto con María Concepción Vizarretea Salinas, hermana de Andrés, Luis y Juan Vizarretea Salinas, así como María de Jesús, esposa de Isauro Rojas Rojas, rechazó revelar el nombre de quien presuntamente era la persona hallada en la fosa clandestina de San Fernando, por respeto a ellas mismas.

Puntualizó que el ADN del cuerpo no fue compatible con el ADN de la madre, por lo que se solicitó una nueva prueba o las que tengan que ser necesarias para establecer si en realidad es o no uno de sus familiares.

Podría pasar hasta un mes para lograr descartar o confirmar el parentesco del cuerpo con el de una de las mujeres de Pochutla, quienes han tocado decenas de puertas tratando de encontrar a sus familiares.

Hasta el momento, la Procuraduría General de la República (PGR) ha entregado nueve de los 120 cuerpos hallados en las fosas de San Fernando.

Éstos pudieron ser identificados a través de múltiples estudios periciales como los protocolos de necropsia, la obtención de perfiles genéticos y dictámenes de odontología, antropología, criminalística de campo, necrodactilia, fotografía y video.