EXPRESIONES.- ¿Qué hacer ante la creciente inseguridad?, más que un cuestionamiento racional, la incertidumbre lo vuelve un clamor social que debe rebotar en el cerebro no sólo en las autoridades de los tres niveles de gobierno, sino en una sociedad hasta ahora pasiva y cada vez más inerme ante las manifestaciones delincuenciales que son el pan de cada día, a causa de la negligencia e incapacidad de una policía dispareja en cuanto a su preparación y la más de las veces corrompida por la misma delincuencia organizada.

Más de un ciudadano ha sufrido los embates de la inseguridad en nuestras calles y hasta en sus domicilios, pero la desesperación cunde cuando las propias policías no cumplen con su papel con honestidad y eficiencia.

Se nota que hay operativos en diversos puntos de la capital del estado y en municipios conurbados, pero la policía sigue sin tener los elementos necesarios para cumplir a cabalidad con su función de vigilancia e impartir justicia a través de agentes ministeriales corruptos y de sistemas, como el alcoholímetro y los servicios asistenciales de salud y de derechos humanos, que ni se imparten ni cumplen con su objetivo.

Son muchas las quejas de ciudadanos que sufren la prepotencia y corrupción de las autoridades, que piensan sólo en la sanción económica y hasta en el robo de pertenencias del supuesto infractor, que en la seguridad de las personas, midiendo con la misma vara a presuntos delincuentes que a delincuentes fichados y hasta bien conocidos y protegidos por la misma policía.

¿Así como confiar en nuestra policía?

El Gobierno del Estado y sobre todo los Gobiernos municipales deben de idear un sistema de vigilancia que aporte confianza a la ciudadanía y no temor o hartazgo, porque la sociedad puede tomar la justicia y la seguridad por propia mano y entonces la ingobernabilidad sería total.

Nuestras autoridades deben estar al alba o también se verán rebasadas….

Oaxaca de Juárez, Oax. Lunes 22 de agosto/2011.

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