EXPRESIONES.- Tomar la justicia por propia mano es un signo de desesperación, que debe alarmar a los gobiernos establecidos por mostrarse incapaces para proporcionar seguridad a sus ciudadanos. 

El Escuadrón de la Muerte que apareció en Veracruz para enfrentar a Los Zetas, es una muestra de que las policías estatales y municipales han sido rebasadas por la delincuencia organizada.

Y esto no sólo con armamento y personal, sino a través de la cooptación que han venido haciendo los capos y que alcanza no sólo a los policías, sino a agentes, ministerios públicos, jueces, presidentes municipales y hasta, seguramente, algunos gobernadores.

Ante tal panorama, surgen los “justicieros” para aplicar la Ley del Talión y limpiar o diezmar a un enemigo que se ha infiltrado no sólo en el gobierno, sino a la sociedad misma, corrompiéndola y enfermándola ante la incapacidad de los tres niveles de gobierno por proporcionar a las comunidades, oportunidades para tener una vida digna y tranquila.

Trabajar en la legalidad, en estos tiempos, ya no es redituable.

Por tanto, empiezan a surgir grupos de escuadrones clandestinos que matan y asesinan en el mismo tenor de cómo lo hacen los miembros de la delincuencia organizada.

Uno se pregunta: ¿en manos de quienes está aplicar la justicia y proporcionarnos seguridad, si quienes tienen la obligación de hacerlo no lo hacen o han sido rebasados y quienes empiezan a surgir lo hacen clandestinamente?

Un pueblo sin ley, es un pueblo sin principios ni bases para regirse.

¿Quiere decir esto que nuestra endeble democracia está ya degenerando en violencia y anarquía?

Los mexicanos tenemos que pensar seriamente en manos de quienes está el poder y como lo están usando, porque una cosa es el discurso y otra la cruda realidad que estamos viviendo…..

Oaxaca de Juárez, Oax., jueves 29 de septiembre/2011.

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