EXPRESIONES.- Los oaxaqueños no tenemos nada en contra del pueblo chiapaneco, pero su Gobernador, Juan Sabines Guerrero, se quiere pasar de listo ante la memez política de nuestro gobierno que confiadamente supuso y creyó en la palabra signada ante la Secretaría de Gobernación, sobre el caso de Los Chimalapas.
Ahora se está ante el dilema de beberla o derramarla, porque el caso de Los Chimalapas sigue rebotando entre la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Senado de la República.
Precisamente el Presidente del Senado, José González Morfín, nos recordó que se aprobó en el Senado una reforma constitucional para que sea la SCJN la que resuelva los problemas limítrofes entre Estados.
¡Pero cómo! Si el caso de los Chimalapas se atendió primero como un conflicto entre comuneros y después como si fuera una invasión, para después llegar a un supuesto acuerdo entre gobernadores, y como testigo la Secretaría de Gobernación, para distender el conflicto. Ahora resulta que es un problema limítrofe
Nada avanzó y todos se hicieron bolas, menos el taimado Juan Sabines, quien prosiguió armando el reconocimiento de un nuevo municipio chiapaneco en tierras oaxaqueñas.
Y lo hizo, aprobando su Congreso en los primeros días de enero a tres municipios más, entre ellos el “Belisario Domínguez”, ubicado en territorio oaxaqueño.
¡Qué listo resulto Juan Sabines!, ¿pero como podemos catalogar al gobierno oaxaqueño que ahora se encuentra entrampado y no sabe si derramar el vaso o beberse el agua amarga y asumir su incompetencia política para dirimir el caso?
Quizá se llegue a un acuerdo posterior, pero de que el Gobierno de Chiapas sacará ventaja de ello, no se duda, por lo que Gabino Cué tendrá que asumir una pifia más.
Preocupante para un Gobierno del Cambio que sigue dándonos morralla…..
Oaxaca de Juárez, Oax., viernes 10 de febrero/2012.
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