EXPRESIONES.- Estamos llegando muy pronto a la etapa en la que el pueblo de Oaxaca comienza a conmiserar la labor gubernamental, ubicando a nuestro Gobernador como un hombre de buena fe, pero sin colaboradores que le ayuden.

¿Por qué ese abandono?, ¿Falta de autoridad?, ¿Escasa supervisión?, ¿Deslealtad?, ¿Incapacidad? ¿Grilla política?

Como Fuente Ovejuna, todos a una, porque siempre se encontrará a culpables y culpabilidad por doquier, pero finalmente ningún responsable elimina el problema, sólo lo palia, lo detiene, lo negocia, siempre a favor de las partes involucradas, nunca a favor de una sociedad hastiada de tanta negociación a sus costillas.

Porque los problemas sólo se mitigan, nunca se solucionan.

Hoy son los burócratas, quienes esgrimen sus razones y sin razones, pero antes han sido los maestros, antorcha campesina, los triquis, los zoques, Amoltepec o Ayoquezco, y ahí vienen los universitarios del STAUO.

¿Cuándo descansa la ciudadanía oaxaqueña?

Nunca, palabra breve, pero que retumba como un inminente terremoto que cimbra y siembra espasmos sociales entre quienes esperan servicio, seguridad y paz social para desarrollarse.

Oaxaca no ha descansado. ¿Desde cuándo no contamos con paz social en la entidad?

Es momento de no inmiscuirnos o escondernos en lamentos o en tratar de encontrar culpables. Es momento de actuar en correspondencia a lo que deseamos.

Si vamos a exigir, vamos a corresponder con la responsabilidad necesaria ante las acciones de gobierno y sí este no actúa en concordancia, con honestidad y profesionalismo, hacerle ver su incapacidad y negligencia, sin miedos, sin conformismos, porque en el pecado estamos llevando una penitencia de muchos años, de muchas generaciones perdidas, de rezago y de marginación.

Los oaxaqueños debemos exigir acciones, no negociaciones……