EXPRESIONES.- dado cauce a una serie de rasgado de vestiduras, cual más, fuera de lugar. Como la que vertió el diputado local Flavio Sosa Villavicencio, protector ahora no sólo de pobres, sino de ricos.
Todos sabemos que Francisco Toledo no tendría necesidad de contar con protección, si fuera necesario, porque él tiene capacidad para pagar a los mejores guardaespaldas del mundo, como lo hace o lo hizo Alfredo Harp Helú, luego de su secuestro y amenazas que recibió.
Por ello, el instar por protección hacia la persona del artista del pincel, suena a oportunismo puro y a una cachetada para una sociedad, en su mayoría desprotegida y amenazada todos los días por la delincuencia organizada y por un sinfín de agitadores profesionales, que encubiertos en organizaciones sociales y partidos políticos oprimen y vejan a la ciudadanía impunemente.
Darle protección especial a quien no la necesita o tienes medios para procurársela, sería una burla para millones de oaxaqueños inermes que no tienen la influencia de un poderoso señor, que si no le gustan las decisiones oficiales, puede pagar marchas o revueltas e incluso pagar espacios en los medios para publicitar sus caprichos y lograr la enmienda gubernamental.
Las amenazas en las redes sociales son como las llamadas a misa, va quien quiere, y sólo mortifican, porque los verdaderos asesinos no anuncian sus hechos, lo hacen y punto.
Toledo no está amenazado, el que está amenazado es la entidad y por tipos utilitarios, como el juchiteco, es que Oaxaca sigue sumido en la confusión, la pobreza y la marginación…….
