EXPRESIONES.- La sección 22 del SNTE es un caso perdido para Oaxaca. Los maestros no tienen llenadera y nada les satisface, aunque en la canasta que les ofrece el gobierno incluya impunidad e inmunidad a todas sus tropelías.
Pareciera que el Gobierno del Estado está dispuesto hasta transgredir la ley para satisfacer a la Sección 22, omitiendo delitos como obstaculización de las vías de comunicación, destrucción de propaganda electoral, bloquear de calles y pintas en las casas, cierres y secuestro de dependencias de gobierno y privadas como tiendas departamentales, Bancos y descentralizadas del sector público; asonada y terrorismo urbano no significan nada, ni atentar contra aeropuertos, gasolineras y casetas de cobro, como tampoco que las hordas magisteriales hayan golpeado a un funcionario de alto rango en plena calle y con lujo de violencia, alevosía y ventaja.
Todo le perdonan y conceden a los maestros como entes intocables, como semidioses sociales, impolutos ante la ley por el simple hecho de pertenecer a un gremio que aglutina a más de 70 mil maestros, que como borregos convenencieros, siguen el cencerro de sus líderes para seguir otorgando a un millón 300 mil educandos, la peor educación de toda la república.
¿Y así no quiere Andrés Manuel López Obrador, santón y guía espiritual de los maestros, que los medios de comunicación satanicen a los maestros de la Sección 22?
Quizá los medios son los únicos que refieren claramente el juego perverso de la cúpula magisterial, pero como los maestros no son moscas para “exterminarlos” a periodicazos, sino ratas de los caños, los golpes periodísticos sólo los aturden e incomodan.
Sin embargo, es menester que los maestros sepan que los medios de comunicación nunca le harán el juego a una pléyade de parásitos que utilizan a la educación como parapeto para sus aviesos fines.
Algún día, la Sección 22 tendrá que ser fumigada, pero en serio….
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