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Alcanzaron libertad policías estales detenidos por abuso de autoridad

OAXACA, OAX., julio 18.- Tres policías estatales fueron detenidos ayer por abuso de autoridad. La Agencia Estatal de Investigación (AEI) ejecutó las órdenes de aprehensión respectivas y de inmediato fueron puestos a disposición del Juez Sexto de lo Penal que los reclama a través del expediente número 09/2012.

Sin embargo, Javier Almaraz Cortez, María Leticia Ignacio Pantoja y Gonzalo José Cayetano, recuperaron su libertad vía pago de una fianza; los uniformados, adscritos al grupo de Inteligencia encabezado por el comandante Rafael Vásquez Tadeo, solo un par de horas estuvieron en la Penitenciaría Central del Estado.

A los policías procesados les costó la libertad momentánea incomunicar más de 24 horas a Juan David García Cáceres, Adolfo Julián Miguel, Gabriel González Martínez y Arturo Morales Morales, oficiales de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), a decir de la Policía Estatal, sorprendidos extorsionando con 10 mil pesos a Eduardo José Zúñiga Avendaño, presunto vendedor de celulares robados.

El presunto abuso de autoridad por el que ayer cayeron en poder de la justicia los tres uniformados estatales, tuvo como punto de origen el 8 de noviembre de 2011, a las 17 horas, en la calle de Trujano, frente a conocida radiodifusora.

A esa hora y en la dirección mencionada, los investigadores son detenidos y trasladados al cuartel de Coyotepec. En la declaración preparatoria de los cuatro presuntos extorsionadores, en la rejilla de prácticas del Juzgado Sexto, el 11 de noviembre de 2011, entre otros puntos, los agentes investigadores aseguraron que además de incomunicados, fueron sometidos a interrogatorios.

Agregaron que estuvieron a merced de 18 golpeadores encapuchados, actuando, golpeándolos en las zonas blandas del cuerpo, en donde no queda huella del martirio.

Captura de los estatales

Los ministeriales ejecutaron las órdenes de aprehensión a las 10:30 horas. Los policías, vestidos de civiles se dirigían a una diligencia a los juzgados penales. Les marcaron el alto cuando caminaban por la calle Jacarandas y Carretera Internacional 190, jurisdicción de Santa María Ixcotel. De nada les valió oponer resistencia y amenazas en el sentido de cesar a los que se atrevieron detenerlos.

Minutos después del operativo montado para atrapar a los estatales, el comandante Vásquez Tadeo y su grupo de elite, se presentaron a la Penitenciaría Central del Estado y a la sede de los juzgados penales. Intentaron rescatar a sus compañeros, sin embargo, era demasiado tarde, porque habían ingresado al reclusorio.

En respuesta a la impotencia por llegar fuera de tiempo en pos de rescatar a sus compañeros, las huestes de Vásquez Tadeo, usando cámaras fotográficas empezaron a captar los rostros de los representantes de la AEI, involucrados en la ejecución de la orden de aprehensión.

La historia del presunto delito

La detención de los ministeriales fue a petición de Eduardo Ramón Zúñiga Bravo, padre del presunto vendedor de celulares robados. Lo anterior sucedió la tarde del 8 de noviembre de 2011, en la séptima calle de Trujano.

De acuerdo al contenido de la denuncia presentada por el adulto, los investigadores habían citado a su hijo Eduardo José con la finalidad de concretar la entrega de diez mil pesos y un teléfono celular, a cambio de no detenerlo por “raterillo conocido”.

El padre del menor estaba estacionado metros adelante del sitio acordado. Estaba en su automóvil, con el cofre abierto, simulando una falla mecánica. Cuando su hijo entregaba lo pactado, por el lugar circulaba la patrulla de la Policía Estatal.

El Papá solicitó ayuda y en ese momento la historia empezó a escribirse. Los uniformados procedieron y detuvieron a los cuatro policías investigadores, señalados por las víctimas.

Eduardo José declaró que los policías ni lo dejaban en paz, a partir de que lo detuvieron por vez primera el 18 de octubre de 2011, con tres celulares usados que andaba ofreciendo en la calle.

Explicó que en no es ladrón, que en la tienda Prenda Joya, con dinero de su padre, compra los aparatos de comunicación que más tarde coloca en el mercado como revendedor.

Cabe destacar que los efectivos de la AEI, en su declaración preparatoria negaron la acusación y que la cantidad de dinero mencionado no fue encontrado en poder de los policías.

Explicaron que la cita era porque Eduardo José estaba dispuesto a cooperar denunciando a una pandilla de Cholos convertida en la responsable principal del robo de celulares por la zona.

 

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