OAXACA, OAX., septiembre 25.- El futuro y la sobrevivencia del PRI para los procesos electorales del 2013, las federales intermedias del 2014 y el recuperar la gubernatura, en el 2018, pasa por la designación del nuevo dirigente, porque si viene alguien de fuera se volverá a equivocar el CEN y estará menospreciando la inteligencia de los oaxaqueños, por escuchar dos o tres voces.

Al advertir lo anterior, el ex diputado federal, Jorge González Ilescas, levantó la mano para dirigir los destinos del Partido Revolucionario Institucional y llevarlo a buen puerto, a través de los liderazgos regionales y de la mano con las nuevas generaciones del PRI, para que en 4 años logren la experiencia y encabecen el tricolor en Oaxaca.

“Deseo participar en el proceso de selección del nuevo dirigente del PRI, a partir de una serie de requerimientos básicos”, apunta.

Entre estos que sea una dirigencia de transición, que pudiera en corto tiempo dar paso a un relevo generacional, para que hombres y mujeres pudieran incorporarse al partido y se puedan encargar del revelo generacional.

“Que los jóvenes puedan incorporarse al PRI y en un corto plazo y empujar el rumbo del partido”, anota, y por lo pronto, dice que entre este sector se tiene que buscar el mayor número, para llevarlos como candidatos a diputados locales, propietarios y suplentes.

“Se debe dar una cara nueva, pero con cuadros competitivos”. Esto mismo para la elección de alcaldías, “porque se van a abrir espacios para regidores, y ahí se deben generar cuadros preparados para que en 4 años vayan tomando las riendas del PRI”, afirma.

No obstante, aclara que tampoco se pueden desechar a los cuadros viejos, maduros y de experiencia. “Ambos son complementarios”, concede.

De acuerdo a González Ilescas, el nuevo dirigente no debe de ser aspiracional, al no tener ningún interés de participar en los procesos electorales, ni como candidato a diputado local, ni a la presidencia municipal. “Que se dedique a organizar y a difundir el proceso del PRI, para tener candidatos competitivos”, ataja.

Para ello, apela a que debe centrase en los orígenes de valores éticos y de honestidad del PRI, es decir que los acuerdos que se adopten tengan la fuerza moral y el sustento de hechos, “porque por un lado hay acuerdos, pero ni bien se terminan de adoptar y se rompen”, lamenta.

“Se debe transitar con el PRI de verdad, no el que simula, no el que se esconde, no el que traiciona. Se tienen que regresar a los valores éticos y honorables”, apunta el ex presidente de la comisión de asuntos indígenas del Congreso de la Unión.

Con esa visión, el próximo dirigente, propone, se debe de comprometer a centrar su trabajo en las regiones. “Es muy triste ver el abandono que tiene el PRI en las regiones, porque los liderazgos regionales son determinantes en la recuperación del partido”, advierte.

–¿Los ex gobernadores han sido un factor fundamental para definir el rumbo electoral del PRI, con los resultados adversos. Cuál debe de ser el papel de estos de cara a la renovación?—se le inquiere.

“El PRI que viene tiene que trabajar para abatir la división. Tiene que ser un partido incluyente y de todos. En este espacios participan y caben los ex gobernadores, merecen respeto por ser cuadros destacados e importantes”, ataja.

Y es que dice que los ex gobernadores merecen respeto, “pero su papel también tiene que ser de respeto con la militancia las decisiones de esta, porque las tienen que acuerpar y fortalecerlas. Su actitud debe ser positiva para con la militancia”, asienta.

En medio del proceso interno de renovación de la dirigencia del PRI, considera que el no optar para la renovación por uno de los métodos establecidos en los estatutos y sí ir por otro delegado, es porque esta figura se cuadra en estos tiempos.

“Es que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, es que nombren a un delegado, esa es la figura que los tiempos se debe aplicar, pero este tiene que ser oaxaqueño”, puntualiza.

Y es que advierte que no es posible que al PRI, con muchos votos, venga un delegado a conocer Oaxaca y a los oaxaqueños.

“Que este intento de conocer se lleve varios meses y equivocaciones. Por eso tiene que ser un oaxaqueño con conocimiento de los liderazgos regionales y que conozca cómo se mueve en gobierno y su gobernador, para a partir de ahí tomar las mejores decisiones y definir las mejores estrategias”, asienta González Ilescas.

Ex dirigente del PRI, en los primeros años del gobierno del Ulises Ruiz Ortiz, considera que no están los tiempos, ni los ánimos para que venga otro delegado a aprender y después a ver si aplican lo que aprendieron y lo aplican en el proceso electoral.

Una vez pasado el proceso interno, señala que los perfiles de los candidatos, deben ser competitivos. Para ello, será importante que el nuevo líder vaya a trabajar a la región. “Para la definición de las candidaturas, se tienen conocer las regiones y los liderazgos”.

Antes, debe de haber los consensos para sacar a los candidatos más competitivos. “Si se transita así, se tendrán buenos resultados. Pero de no ser así, vendrán alguien de afuera y con ello se abren las puertas a que vengan las recomendaciones o los intereses de grupo los que definan a los próximos candidatos”, completa.

“Por eso tienen que ser los más competitivos y aptos, independientemente de su origen y corriente”, recalca.

–¿Cuál es el llamado al resto de los contendientes?

“A hacer un esfuerzo serio por el PRI. Tenemos que construir la unidad al interior, un partido incluyente donde quepan todos, de acuerdos honorables”, apela.

“Se tiene que ir reconstruyendo el PRI en las regiones con honorabilidad, consistencia y fortaleza, para poder defenderlos y sostener a los próximos candidatos”, completa.

Alerta entonces que de no hacerse de esta manera, al PRI lo van a apabullar para el 2013, para las intermedias federales del 2015 y para la gubernamental del 2016 y no se podrán regresar al gobierno del estado. “Vamos a tener nuevamente resultados adversos y se van a perder más espacios y capacidad de maniobra para el 2018, en la presidencial”.

Bajo esa perspectiva, se le inquiere –¿Por qué si todos los actores y aspirantes a dirigir al PRI tienen claro que se deben unificar y construir acuerdos, siguen en las disputas?

“Nos falta el eje articulador, que es la dirigencia. Ese es el eslabón que falta para llegar a acuerdos. Hay grupos con visiones diferentes, pero no hay quien los convoque y que tenga la paciencia y tolerancia para escucharlos y tomar las mejores decisiones”, analiza.

A su juicio, debe de ser un amigo, con la capacidad moral de convocar y encontrar los acuerdos con honorabilidad en la toma de acuerdos.

E insiste que si se va a renovar la dirigencia, este procedimiento sea a partir de un oaxaqueño, “porque nos conocemos y somos inteligentes y podemos tomar acuerdos. Hay voluntad de muchos actores de las regiones del estado, pero hace falta de que vayan allá y los convoquen”.

Argumenta que en las regiones quieren oír cómo se les va apoyar, cuál será su aportación al PRI y a partir de ahí tomar acuerdos y defenderlos.

La visión del nuevo dirigente, apunta, es lograr los mejores acuerdos y sostenerlos, transitar, creando condiciones de un partido organizado, competitivo con visión a corto plazo para el 2013, a mediano y largo plazo, para las elecciones intermedias a nivel federal, porque solo así se tendrá la posibilidad de recuperar el gobierno de Oaxaca.

“Pero si se equivocan en la designación, si no hay la capacidad para articular las propuestas e ideas serias, no se le ve destino al PRI, porque van persistir los enconos y más pudieran ahondarse en el proceso electoral del 2013, por los intereses y apasionante toman los ciudadanos la elecciones de sus autoridades”, advierte.

Así, a escasas dos semanas para definir al nuevo líder, manifiesta que será fundamental la elección del nuevo dirigente del PRI para los procesos electorales, además de que el futuro y la sobrevivencia del PRI en Oaxaca, pasa por la designación del nuevo dirigente, “porque si viene alguien de fuera se volverá a equivocar el CEN y estará menospreciando la inteligencia de los oaxaqueños”, cuestiona.

“Porque el CEN del PRI esta menospreciando la inteligencia de los oaxaqueños, por escuchar dos o tres voces. Además de que no todos somos rijosos en el PRI”, lanza.

“Ni todos son rateros en el PRI, ni todos son asesinos en el PRI. Si hay asesinos que los encarcelen, si hay rateros que los encarcelen. Porque con 500 mil votos duro que tiene el PRI, por 4 o 5, no se debe aceptar que se le catalogue así al partido”, ataja.

Admite no obstante, que esos estigmas han pesado y con esos tienen que romper, al tiempo de que no se debe de caer en un PRI mudo, sumiso, dividido “porque eso le conviene al actual gobierno. Pero al ser activos, unidos y exigentes, el gobierno estará actuando con eficiencia y no incapacidad”, afirma.