EXPRESIONES.- La presión crece, y cada vez más se evidencia la ingobernabilidad en Oaxaca, lo que hace ver a la alianza que llevó a Gabino Cué a sacar al PRI del gobierno estatal, como inepta para cumplir con la expectativa despertada en el pueblo.

El sesgo que está tomando la permanencia de la Sección 22 del SNTE como ariete de la industria de la presión y el chantaje político, que la ha mantenido por más de 30 años haciendo y deshaciendo el sector educativo oaxaqueño; el caso de los Chimalapas, que depende de la voluntad de dos gobernadores que no se deciden a actuar dentro de la legalidad por los grandes compromisos económicos que circundan el dilema; el asunto de la empresa eólica Mareña Renovables, que hará una inversión de más de 13 mil millones de pesos que detonarían el istmo de Tehuantepec, oportunidad que por ningún motivo podría perderse, y más recientemente, la creación de una policía comunitaria en Santos Reyes Nopala, Oax., auspiciada por un porro loco que actúa siempre al mejor postor, además, de que un día sí y otro también la capital del estado es caja de resonancia de presiones de diversas organizaciones denominadas sociales, son signos ineludibles de una ingobernabilidad galopante que está rebasando a un Gobierno Estatal carente de coordinación y de visión política.

Al parecer, el caso de Oaxaca ya prendió los focos rojos en la Secretaría de Gobernación que tendría que tomar cartas en el asunto para coadyuvar en la gobernabilidad oaxaqueña, una injerencia que muchos verán como política por las circunstancias del actual gobierno que no ha clarificado rutas ni tomado decisiones para establecer el gobierno que conviene a los oaxaqueños y no a grupos o personajes políticos que supuestamente fueron vitales para ganar la elección del 2010.

Ante tal panorama, ¿Será la SEGOB, la tabla de salvación o la puntilla para el Gobierno del Cambio?….. Ya lo veremos….

Oaxaca de Juárez, Oax., miércoles 13 de febrero/2013.

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