El escenario político-electoral es un campo donde compiten grupos antagónicos por el poder a efecto de hacer valer su agenda de gobierno, para ello se valen de diferentes medios, desde la negociación en su correspondiente instituto político, durante la contienda con los demás precandidatos, hasta llegada de las campañas, valiéndose del mitin, de la playera, de la gorra o desde el espectacular, sin embargo durante este transcurso siempre encontramos un fenómeno constante, jóvenes parados todo el día en la esquina de algún crucero repartiendo propaganda, ondeando banderas o arriesgándose enfrente de los carros por un candidato que apenas y conoce, pero que le ofreció la oportunidad de ganarse un poco de dinero.

Nicolás Maquiavelo preveía tres formas de hacerse del poder, en primer lugar por la violencia, en segundo por herencia y en tercero por virtud. Lo que hacen los candidatos con los jóvenes creo que coincide más el método de la violencia, aunque claro no con la violencia física, pero considero que si con un tipo de violencia social, porque dígame usted amable lector, ¿no considera usted que es violencia que una juventud impaciente y llena de energía para mover un estado hacia nuevos estándares de desarrollo se encuentre gastando energías por escasos tres salarios mínimos al día? ¿Imposibilitado en encontrar un empleo formal donde pueda ejercer sus habilidades y capacidades, aún con errores pero con esas energías y ese optimismo? ¿no es violencia el hecho de que los jóvenes se encuentres en los más graves índices de delincuencia, adicciones y falta de oportunidades sean usados para este tipo de campañas?.

Regularmente una vez pasadas las elecciones, los que se sientan a negociar los lugares son los que no salen a las calles y se quedan a negociar su lugar en el buro o en lo “obscurito” por decir de algunos, porque tampoco generalizo, sin embargo no son los jóvenes, los que se quemaron todo el día para lograr que el candidato ganará, quienes pueden sentarse a negociar un espacio, es más ni siquiera para preguntarles a algunos de ellos cuales son los principales problemas que presenta en su entorno educativo, laboral o familiar, y en la mayoría de las veces jóvenes que nunca más volverán a ver a ese candidato o candidata, más que en la televisión o en la radio hablando de democracia.

Se le considera a la juventud apática de la vida política, pero en la campaña presidencial de 2012 con el movimiento YoSoy132 pudimos comprobar que ese argumento no era verdad, lo que sucede es que tal vez la juventud no sea apolítica sino apartidista, es decir no creo ya en el sistema de partidos, sino en una democracia que vaya más allá de los partidos políticos, en gran parte esta apatía se debe a que nunca un partido político ha tenido nada que ofrecerles. Comprobamos además de que la juventud es una generación mayor informada de los acontecimientos locales, nacionales e internacionales, manejan los medios electrónicos de comunicación así como las redes sociales de manera asombrosa, lo que les permite una mejor interacción entre ellos y el mundo, me atrevo a decir que la juventud de esta generación se encuentra mejor informada que cualquier persona adulta.

La representación política de los jóvenes se ve mermada al igual que las mujeres, la constitución establece que a partir de los 18 años un ciudadano adquiere su derecho al ejercicio de sus derechos y que a partir de los 21 puede ser elector para algún cargo público, sin embargo los espacios públicos ocupados por jóvenes en cargos públicos no se refleja en la realidad, a pesar de que la juventud representa a nivel nacional el 44.6% de la población de entre 18 y 29 años y el 30.5% de la población en Oaxaca según datos del INEGI, si se le incluyera eso abonaría en demasía a la gobernabilidad del Estado puesto que se le da inclusión a un grupo social olvidado en la deliberación pública.

El diputado por el PRD en la LXI Legislatura Alejandro López Jarquín, afirmó en un foro de juventud realizado en la UABJO, que no se había realizado prácticamente nada en materia de juventud, que no había un proyecto definido en ese sentido pero que era necesario hacerlo. A eso precisamente me refería, a que no existe la atención en la materia.

La juventud está impaciente porque en estas elecciones se les incluya en la toma de decisiones, deliberar públicamente, está interesada en entablar debates entre los diferentes candidatos a un puesto de elección popular, busca tener injerencia en la evaluación, gestión y evaluación de las políticas públicas, el impulso de la profesionalización de los servidores públicos, una nueva gestión pública, así como un órgano encargado exclusivamente en la búsqueda de empleos formales de los jóvenes que buscan una oportunidad, así como una buena rendición de cuentas y transparencia gubernamental, además de la aprobación de las leyes reglamentarias que quedaron pendientes de la Reforma Constitucional de 2011.

Si se asume el COMPROMISO de comenzar a ver a la juventud como punta de lanza en materia profesional, de ciencia y tecnología, aprovechando sus energías y talento, tendremos por seguro que los jóvenes serían la punta de lanza del DESARROLLO de nuestro Estado de Oaxaca, aún más allá de cualquier SLOGAN O PROMESA POLÍTICA.