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Pueblos indígenas, la necesaria resistencia

En América Latina, México y Oaxaca, la relación entre las élites de las sociedades nacionales y los pueblos indígenas ha sido históricamente conflictiva, cargada de tensiones por perspectivas colonizadoras que por un lado van del exterminio hasta la integración, y por el otro, de la resistencia, la búsqueda de autonomía, hasta la adaptación.

El proceso ha implicado diversas expresiones de violencia, despojo de territorios y recursos naturales, exclusión o marginación de las políticas públicas, discriminación y desvalorización de sus formas de organización social y política, que ha tenido como saldo una profunda desigualdad socioeconómica y el empobrecimiento progresivo de la población indígena. Al respecto, se puede consultar toda la estadística oficial existente en materia de población.

La comprensión del estado que guardan las formas de organización de los pueblos indígenas pasa por la identificación de las múltiples intersecciones de las perspectivas colonizadoras y las asimetrías que van provocando, así como las diferentes respuestas de los pueblos.

El reconocimiento de estas coordenadas es importante para rebasar los maniqueismos entre “civilizados” y “tribales”, así como dejar atrás los reduccionismos de lo que se identifica como “progreso” y “lo que quedó atrapado en el pasado”.

Por ello es importante pensar en nuevas formas de entender lo que dicen los pueblos a partir de sus historias y condiciones actuales, como resistencia a un sistema que los condena a la exclusión y marginación, como resistencia necesaria en su derecho a vivir en condiciones dignas.

Por ejemplo, el pasado 9 de agosto, reconocido por la Asamblea General de la ONU como día de los pueblos indígenas, escuchamos expresiones de que “no hay nada que festejar”, así como denuncias a la política extractivista y de despojo de territorios, como el registrado en la Carta Abierta dirigida a autoridades federales y estatales, publicada en diversos medios informativos y firmada por más de 30 autoridades municipales y organizaciones civiles del estado de Oaxaca.

En su comunicado, refirieron, entre otros puntos, que la reforma al 27 constitucional, emprendida en 1992 y sus leyes reglamentarias se han orientado a fraccionar, dividir y privatizar sus territorios y que las políticas emprendidas han corrompido las formas de organización comunitaria para dar entrada a los megaproyectos extractivistas, mismos que son promovidos por representantes de la burocracia estatal.

Insisten en el reclamo a la libre determinación de los pueblos y al derecho de decir “no” a los programas y proyectos que atenten contra sus territorios, como las concesiones mineras y los parques eólicos en la entidad, así como su exigencia al proceso de consulta y consentimiento previo.

La postura de los pueblos indígenas de Oaxaca coincide con el pronunciamiento del Congreso Nacional Indígena realizado en San Cristobal de las Casas, Chiapas, del día 19 de agosto, en contra de los megaproyectos extractivos y la defensa de la autonomía de los pueblos indígenas.

En este pronunciamiento, una verdadera lección de teoría crítica, apuntaron que la autonomía ejercida en los hechos, es la única vía del porvenir de su existencia, expresada en vida comunitaria, asambleas, prácticas espirituales, culturales, autodefensa y seguridad, proyectos educativos y de comunicación propias, reivindicaciones culturales y territoriales articuladas en una memoria histórica viva (La Jornada, 19/08/13).

Los reclamos de los pueblos indígenas quedan más claros cuando consideramos su rechazo legítimo a seguir como los perdedores de siempre; la comprensión de los sentidos de esta postura amerita renovar categorías para entenderlos desde su posición y lejos de los conceptos coloniales que siguen dominando los terrenos de la política y de la academia.

La renovación de categorías implica una ruptura con las formas habituales de entender las respuestas de los pueblos indígenas, que las explican como meros anacronismos, que no saben lo que les conviene y que rechazan la modernidad, ideas propias del sesgo de los presuntos civilizados quienes se creen portadores de la verdad absoluta.

* Investigador del IISUABJO/ Integrante del Sistema Nacional de Investigadores.

sociologouam@yahoo.com.mx

 

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