OAXACA, OAX., noviembre 1.- Sí, los góticos descienden del romanticismo, diríase que son pocos pero locos y cultos: su inclinación a lo dark y la tumba homenaje a Edgar Allan Poe, el excéntrico representante estadounidense de aquella escuela, así lo evidencian.

Siglos después, aquí están todavía, en la “escena”, organizando el Primer Foro de Arte Oscuro —la noche del 31 de octubre en el Museo del Ferrocarril Mexicano del Sur—, viendo “Nosferatu” (1979), de Werner Herzog; inaugurando su exposición “Sombras monocromáticas”, escuchando la poesía de Gregory Quiñones y Aeterna Cuenca y apersonándose en el concierto electrodark.

Frente a la galera de la estación del ferrocarril, el círculo alrededor de la higuera recuerda la idea del grupo exclusivo, la cofradía, el gremio; entre la sombra del árbol majestuoso se filtra la luz del faro: claroscuros; alrededor se cobijan los góticos, silenciosos, serenos, relajados; al frente la tumba homenaje con algún ramo de flor de Muertos:

“El Cuervo” (en ilustración, negro); “Edgar Allan Poe/ From october 9/ 1849/ Until november 19″/…

Nada nuevo, su apuesta lúdica con la muerte. Platica el poeta Óscar Tanat, pionero del “underground” oscuro en Oaxaca, que allá por 2002 montaron un falso sepulcro, caminaron con él en hombros por el corredor turístico Macedonio Alcalá, interrumpieron el tráfico, los transeúntes no entendían qué estaba pasando, se desorientaron: claro, no faltó quien los tachó de satánicos.

Antes de 2002, sigue Tanat, cualquier antecedente y vestigio “underground” en Oaxaca era muy vago, se hablaba de él, “pero nosotros no encontramos nada escrito, ni en los periódicos”: acaso en el “Sargento Pimienta”, que estaba en la calle Las Casas, había rasgos.

“El gótico era nulo”. Luego, en el programa “Despeñadero” que pasaba los sábados al filo de la medianoche en Radio Universidad de la UABJO comenzó a dar indicios. El “Pai” convocó a reunirse en el Jardín Labastida. Llegaron el rockero, el metalero, cierta banda underground afín: “yo pensé que estaba solo”, decía cada quien.

Se formó “La Oscura Antequera”. En 2003 y 2004 organizó el Primer y Segundo Festival Oscuro de Arte Gótico, un tanto para demostrar que no éramos “un desmadre, unos ‘rebelditos’ vestidos de negro”, dice.

Hubo cine, exposiciones, fotografía, música. Vino Mario Cruz, uno de los máximos representantes del gótico en México. Se abrieron espacios en El Pochote, la Casa de la Cultura Oaxaqueña, la plazuela del Carmen Alto, la Casa de los Teatros.

Por razones personales, Óscar Tanat se distanció de la “escena”. De 2007 a 2010, vino el tiempo de Eric, de Luna Roja, y del electro dark. Y luego, de Diego Trujillo Martínez, Dimo.

Y Óscar Tanat y Dimo organizan, de nueva cuenta, este Primer Foro de Arte Oscuro 2013. “Como siempre, manteniéndose con pocos, tendiendo a la introspección, sin violencia, integrándose como un movimiento ideológico y cultural, sumergiéndose en el arte y la noche de la estación del ferrocarril, lóbrega, natural, con la hierba crecida, los viejos vagones como abandonados, el horizonte negro sin fin”.

Sí, los góticos son bisnietos del romanticismo, hijos del Cuervo.