OAXACA, OAX., julio 8.- Brasil fue barrido de la cancha, humillado en el partido de semifinales del Mundial de Futbol Brasil 2014 por el representativo de Alemania que le anotó siete goles en su propia casa, ante su público y en el lugar sede del encuentro deportivo.

El equipo carioca fue apabullado, superado en todos los aspectos y su actuación fue vergonzante, pobre, criticada por la afición brasileña que esperaba más de su equipo que cayó en forma aplastante, humillante y con una goleada jamás vista en este tipo de evento mundial.

En los primeros minutos del partido cayeron los primeros goles del equipo de Alemania, que demostró su poderío al anotar cuatro tantos del minuto 23 al 29 para terminar los 45 minutos con un marcador favorable de 5 goles contra cero.

No obstante haber llegado a las semifinales, el equipo de Brasil fue una decepción en el actual campeonato mundial de futbol, su actuación molestó a sus seguidores y la goliza final de siete goles contra uno será recordada por muchos años y pasará a la historia del balompié mundial como la catástrofe y humillación para un país donde el futbol es religión.

Durante el segundo tiempo del encuentro deportivo hubo pequeños destellos de los futbolistas brasileños que buscaban reducir el marcador. Por momentos se vio su deseo de cuando menos anotar el tanto del honor, pero no llegó y al contrario los alemanes les anotaron otro par de goles.

Casi al finalizar del partido y cuando muchos de los aficionados se habían retirado del estadio de Belo Horizonte, decepcionados, muchos de ellos con lágrimas en los ojos, el jugador Oscar logró el único gol, el del honor, el de la hornilla.

Con esta derrota el equipo de Brasil, país sede del evento, quedó eliminado del mundial. Los aficionados brasileños sintieron la derrota y se lanzaron a las calles a causar desmanes ante lo increíble y decepcionante.

Para este miércoles se jugará un segundo partido en la fase de semifinales entre los equipos representativos de Argentina y Holanda, donde el ganador logrará llegar a la final para disputar el encuentro de donde saldrá el campeón de la edición 2014 del campeonato mundial de futbol, al equipo de Alemania.

LOS PEORES 90 MINUTOS EN LA HISTORIA DEL FUTBOL BRASILEÑO

En el estadio Mineirao de Belo Horizonte fueron cinco goles en la peor media hora en la historia del futbol brasileño, cuatro de ellos en un lapso de seis minutos, y le dieron a Alemania una resonante victoria 7-1 sobre el anfitrión y el pase a la final de la Copa Mundial de futbol.

Por segunda vez, Brasil no pudo ganar un Mundial en casa. El “Mineirazo” de Alemania no se produjo en la final, como el “Maracanazo” de 1950 ante Uruguay. Pero en muchos sentidos fue un revés más catastrófico todavía.

Para empezar, fue la peor paliza de su historia, peor que el 6-0 de 1920 ante Uruguay en la Copa América. Ni hablar de los mundiales, donde el revés más abultado era el 3-0 que Francia le endosó en la final de 1998.

Brasil nunca había permitido cinco goles en un solo tiempo en una Copa Mundial.

“Queríamos darle una alegría al pueblo”, dijo un desconsolado David Luiz a pie de cancha. “Desafortunadamente no lo conseguimos. Ofrecemos disculpas a todo el mundo, disculpas a todos los brasileños”.

“Sinceramente es difícil de explicar”, abundó el arquero Julio César. “Es muy complicado explicar lo inexplicable. Tenemos que reconocer el gran fútbol alemán”.

“Fue algo atípico”, sostuvo el técnico brasileño Luiz Felipe Scolari.

“En cuatro minutos nos anotaron cuatro goles. Antes de la media hora perdíamos 5-0. Eso no es normal”, señaló. “Les salían todas. Es algo que no volverá a suceder, ni a ellos ni a nosotros”.

“Cinco pelotas, cinco goles”, agregó. “Tienen mucha calidad”.

Ausente por lesión Neymar, que había sido su principal referente de ataque, el técnico Luiz Felipe Scolari hizo jugar al delantero Bernard, sacrificando un poco de marca. La apuesta le salió mal, ya que Brasil no inquietó a los alemanes y fue presa fácil de sus ataques.

Pasados unos minutos de presión brasileña, Alemania comenzó a adueñarse del mediocampo con grandes actuaciones de Kroos, Bastian Schweinsteiger y, sobre todo, Khedira, un jugador de marca que se sumó criteriosamente al ataque.

Alemania abrió el marcador apenas cumplidos los 11 minutos, cuando la defensa brasileña perdió las marcas en un tiro de esquina y Mueller anotó su quinto gol del torneo, y décimo en dos mundiales, sin que nadie lo incomodase.

El gol madrugador tuvo un efecto devastador para Brasil, que quedó aturdido. El equipo, que ya había mostrado cierta flaqueza emocional en otros encuentros, perdió toda cohesión, sus jugadores comenzaron a regalar balones y se sucedieron los ataques ante una defensa que era un colador.

Las ventajas que dio el equipo verdeamarelo fueron tantas que los alemanes se hicieron un festín adentro del área, sin apurar los remates y pasándose el balón entre ellos hasta encontrar el hueco. Parecía un partido de barrio.

En un lapso de seis minutos llegaron otros cuatro goles. Klose aumentó tras una combinación con Mueller a los 23, para llegar a 16 tantos en cuatro mundiales y convertirse en el máximo artillero en la historia del torneo, con uno más que el brasileño Ronaldo. Kroos anotó dos en un par de minutos, a los 25 y 26, uno de ellos en una jugada que inició él mismo robándole un balón a Fernandinho, y Khedira marcó el quinto a los 29, tras otra combinación de varios jugadores adentro del área.

En un segundo tiempo de trámite, Ande Schuerrle anotó otros dos, a los 69 y 79, y Julio César evitó un par de caídas.

El gol del consuelo llegó casi sobre el silbato final, obra de Oscar en un contragolpe.