LA CIÉNEGA, Zimatlán de Álvarez, Oaxaca, octubre 19.- Sin pensar que sería la última parranda de su vida, Rafael Rendón, guardaespalda y policía municipal de Zimatlán de Álvarez, circulaba la madrugada de este domingo a bordo de una motocicleta en compañía del Tesorero de La Ciénega, cuando ambos se impactaron contra una camioneta que se encontraba estacionada, dejando el choque como saldo la muerte del guardaespaldas y el traslado del funcionario a la sala de urgencias del hospital de San Pablo Huixtepec.

Javier Cruz, tesorero de La Ciénega y su escolta Rafael Rendón Ojeda, de 32 años de edad, salieron del domicilio de uno de los amigos del funcionario en Zimatlán de Álvarez, lugar donde estuvieron ingiriendo bebidas embriagantes la noche del sábado hasta la madrugada del domingo.

En estado de ebriedad, los hombres abordonaron la motocicleta Itálica 125 de color negro con rojo y sin placas de circulación, para dirigirse a la casa del tesorero que se localiza en la Avenida Ferrocarril Número 107 del barrio de arriba de La Ciénega, Zimatlan.

Entre gritos y risas por una noche de tragos, Rendón Ojeda circulaba ebrio, sin precaución y en exceso de velocidad sobre la calle Miguel Hidalgo del barrio San Lorenzo de Zimatlán de Álvarez, cuando perdió el control de la motocicleta y chocó contra una camioneta que se encontraba estacionada.

Por el fuerte impacto, el Tesorero salió volando cayendo al piso con lesiones en la cabeza y fracturas en los huesos, mientras que el policía y conductor de la motocicleta, retachó con la esquina de la camioneta, perdiendo la vida al instante por la lesión en la cabeza.

Vecinos del lugar salieron a ver qué es lo que sucedía, por lo que al percatarse de los dos hombres lesionados, trataron de auxiliarlos. Minutos después arribaron los paramédicos, quienes le tomaron los signos vitales a Rendón Ojeda, pero ya estaba sin vida, mientras que Javier Cruz estaba gravemente lesionado, por lo que fue trasladado a la sala de urgencias del hospital de San Pablo Huixtepec.

El Ministerio Público también se apersonó en el lugar y ordenó el levantamiento de Rendón Ojeda y su traslado al panteón municipal. Más tarde se presentó Leobardo Rendón Sánchez ante el representante social para reclamar legalmente el cuerpo de quien fuera su hijo.