OAXACA, OAX., enero 30.‒Carteles y no cárteles, cartel y no cártel: qué diferencia hace un acento, porque aquéllos, aquél, son cultura ‒no siempre‒, y éstos, narco, políticos y cuanta mafia.

Pero eso, marcar la diferencia, no basta, porque, de acuerdo con Andrés Mario Ramírez Cuevas, cartelista del cumpleañero, ahora ya veinteañero Multiforo Alicia de la colonia Roma de la Ciudad de México, “aunque los diseñadores gráficos han sido reconocidos” en los últimos años, nos “falta mucho”, pues “hay tantas cosas por hacer que a veces no llegamos a tiempo y por eso desperdiciamos la oportunidad de transformar” situaciones.

Expositor de su cartel-trayectoria en la individual presentada en la Casa de la Ciudad (Porfirio Díaz y Morelos, Centro) ‒que se exhibió en enero y continúa en febrero‒, Mario es rotundo: “los diseñadores gráficos tenemos muchas cosas pendientes con la sociedad, nos está faltando llegar a tiempo a las citas con ella, y no sólo hablo de los temas políticos, sino también de cultura, economía, educación, salud, porque podemos incidir y no lo hacemos debido a que no hemos aprendido a estar a la hora”.

Un poco de historia del cartel: “en términos de comunicación ha jugado un papel muy importante, ha acompañado a muchas luchas sociales. El ejemplo al que mi generación recurre es la gráfica del 68 que surgió en los talleres de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) de la UNAM ‒expone Andrés Mario‒, y a diseñadores como Rafael López Castro, Carlos Palleiro y Efraín Herrera”, por mencionar sólo a tres, que han seguido movimientos diversos.

Andrés Mario Ramírez Cuevas y su estancia en el Alicia se inscribe en ese camino. Entre otras propuestas, a través de plantear una “música contra el poder”.

Aunque “suene un poco utópico decir música contra el poder, porque éste es mucho más complejo y sabemos que no es uno sino gran cantidad de tipos político y económico, los que están atrás de las situaciones de injusticia social”.

Sólo que, “a veces, desde lo micro, lo local, podemos hacer muchas cosas para transformar el orden establecido”, y por ahí va el “espíritu del Alicia: un pequeño lugar que hace pequeños esfuerzos para transformar” la situación del país.

No se trata de hacer “algo tan grande que no lo podamos abarcar con los brazos”, sino desarrollar una “idea pequeña pero perfectamente bien dirigida”, impulsar “un grupo pequeño que pueda empujar a otros iguales que estén realizando cosas pequeñas” para cambiar.

‒Has acompañado al Alicia durante los 20 años que cumple en este 2015.

‒Primero aclaro que es bien padre estar en el país de los mezcales [Oaxaca, desde luego], un estado con gran tradición de lucha social, gráfica e histórica, un lugar emblemático para la cultura en este país.

Ahora, “el Alicia es la escuela donde he hecho la mayor cantidad de mi trabajo”, toda vez que, “aunque tengo formación universitaria [como egresado de la ENAP, por cierto], soy muy autodidacto en el ejercicio de hacer carteles”.

‒El Multiforo Alicia es emblemático, no sé si habrá otro lugar así en México‒ comenta E-Oaxaca (www.e-oaxaca.mx).

‒Ni en el país ni en el mundo. Ojalá hubiera más Alicias, digo, con otros nombres, otras formas, porque lo que hacen falta en México son más escuelas y espacios culturales, y no policías y militares.

“No sé si tenga sentido decir si el Alicia es contracultural o underground o alternativo, a veces las etiquetas son complicadas. Lo que sí, es un espacio de resistencia y convivencia de diferentes pensamientos que no tienen que ver con lo alineado. Lo importante es que hace cosas para la cultura del país”.