OAXACA, OAX., marzo 23.- Óscar Valencia García es un “tipo de cuidado”, que encaja perfectamente en los estándares del cacique pueblerino, de los que últimamente están surgiendo muchos en el PRI.
Siempre se desplaza en dos camionetas, una de ellas blindada, con seis escoltas armados que portan rifles de asalto R-15, de los que dicen son exclusivos de las fuerzas armadas mexicanas.
Los seis hombres lo cuidan celosamente día y noche, para que nada le pase, luego de que hace años sufriera un atentado del que salió ileso.
Al inicio de su mandato el gobernador Gabino Cué Monteagudo prometió que ningún servidor público y funcionario tendría escoltas, y mucho menos con armas de uso exclusivo del Ejército nacional, pero desde que llegó como presidente municipal de San Agustín Loxicha, Óscar Valencia García se pasea sin ningún problema con sus seis escoltas fuertemente armados.
En toda la zona (parte de la Sierra Sur y de la Costa) Óscar Valencia es muy conocido por sus excentricidades, lo que contrasta con el municipio que gobierna, San Agustín Loxicha, caracterizado por su pobreza extrema, al grado de que por eso surgió ahí un brazo armado del llamado Ejército Popular Revolucionario (EPR).
Óscar Valencia García lleva dos períodos como presidente municipal de San Agustín Loxicha, considerado entre los más pobres del país, porque ha sabido vender muy bien el tema indígena, al grado de que ahora es candidato del otrora partidazo Revolucionario Institucional (PRI) a diputado federal por esa región del Estado de Oaxaca.
Se dice Licenciado en Derecho, pero su léxico dista mucho de ser el de un profesionista. Algunos aseguran que el título que ostenta lo compró en la Ciudad de México, donde vivió muchos años en su juventud.
El ser Diputado, local y/o federal, es uno de sus más grandes sueños. Hace tres años buscó la candidatura, pero por el tema de la “paridad de género” de las mujeres, el PRI optó por María del Carmen Ricárdez Vela, actual diputada local plurinominal.
Óscar hizo berrinche y buscó cobijo en otros partidos y fue el Verde Ecologista de México (PVEM) el que le abrió las puertas, pero como en esa elección el Verde no fue en coalición con el PRI, perdió de manera estrepitosa.
Dicen que invirtió varios millones de pesos en su precampaña y campaña.
Y es que el dinero que utiliza este personaje de la política oaxaqueña es motivo de muchas dudas. Algunos creen que usa a diestra y siniestra el dinero de las participaciones municipales que le otorgan los gobiernos estatal y federal al municipio de San Agustín Loxicha.
Otros aseguran que detrás de Óscar Valencia García, ahora convertido en candidato del PRI a diputado federal, está la delincuencia organizada, por eso de derrochar dinero y andar todo el tiempo custodiado por seis guardaespaldas que portan rifles de asalto R-15, sin que ninguna autoridad le diga nada.
Unos recuerdan que cuando Óscar fue presidente municipal de San Agustín Loxicha por primera vez, los gobiernos federal y estatal destinaron millones de pesos para la construcción de un gran hospital en esa población empobrecida.
Sin embargo, el lugar donde se realizó la construcción del nosocomio fue en terrenos del papá de Óscar Valencia García y que él como edil compró en más de seis millones de pesos.
Hoy, a más de nueves años, el hospital sigue en obra negra, inservible, derrumbándose porque no cuenta con los lineamientos para la edificación. Fue una mala inversión y negocio redondo para la familia de Óscar Valencia García.
Pero en San Agustín Loxicha nadie dice nada. Los que han tratado de alzar la voz han sido ejecutados o salieron de la población para conservar sus vidas.
