OAXACA, OAX., junio 18.- Presuntamente perseguido por policías municipales de San Jacinto Amilpas, luego de intentar golpear a una mujer en un fraccionamiento de la zona, Carlos Zarco murió la madrugada del martes 16 de junio cuando manejaba su motocicleta a toda velocidad por la ribera del Río Atoyac.
A sus 52 años de edad, Zarco trataba de escabullirse de los municipales que lo perseguían y como iba con algunas copas de más chocó su motocicleta “Honda” –tipo cargo, color blanco, sin placas de circulación– contra el camellón y cayó de cabeza perdiendo la vida de manera instantánea.
Eran aproximadamente a las 02:25 de la madrugada del martes 16 de junio. Carlos Zarco vestía pantalón de mezclilla azul, camisa beis, botas color negro con una mochila en la espalda.
Se dirigía a su domicilio en San Jacinto Amilpas, después de haber estado ingiriendo bebidas embriagantes con sus amigos en un bar del centro de la ciudad.
Antes, persiguió a un taxista que llevaba a una mujer a su domicilio en un fraccionamiento de la zona. Frente a la casa de la dama, discutió con ella e intentó jalonearla, por lo que intervino el taxista, quien pidió el auxilio de un policía municipal que vigila el fraccionamiento y éste, a su vez, pidió apoyo a sus compañeros por radio.
Ante estos hechos, Carlos Zarco desistió de sus intenciones y abordó su motocicleta para conducirla con toda rapidez por las riberas del Río Atoyac, rumbo a San Jacinto Amilpas, donde más tarde perdió la vida.
El accidente ocurrió entre el puente del Tecnológico y el de San Jacinto Amilpas, frente al Hotel Las Vegas.
En su desesperación por escapar, aunque realmente no había hecho nada grave, perdió el control de su motocicleta y chocó contra el camellón central. El impacto de la llanta contra la banqueta lo proyectó a más de dos metros de distancia, en el carril contrario, golpeándose la cabeza, que de inmediato empezó a manar mucha sangre.
El motociclista quedó inconsciente, tendido en un charco de sangre, a la mitad de la carretera.
Avisados por los mismos policías municipales de San Jacinto Amilpas o por algún automovilista o taxista que pasó por el lugar, llegaron paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas (SUM) municipal, quienes trataron de reanimarlo, pero ya estaba muerto.
El cuerpo fue llevado al Anfiteatro de la ciudad para practicarle la necropsia de ley y luego entregarlo a sus familiares.
