ISONOMÍA

La soberbia es mala consejera en materia de decisiones políticas. El llamado a la desobediencia civil de la estrategia de gobierno en materia de lucha contra la pandemia, por parte de Javier Alatorre y su jefe Ricardo Salinas Pliego, fue un error de grandes dimensiones.

¿Para que iniciar una batalla que está perdida de antemano? Sólo la soberbia y el desasosiego llevó al jefe del grupo Elektra y Tv Azteca a arriesgar tanto en una jugada contra un oponente tan experimentado y con tantos recursos como el Presidente de México.

Es que Salinas Pliego, como muchos mexicanos “contras” del proceso de cambio, no logran asimilar que la 4T está transformando las reglas del juego político. Se confunden cuando creen que la política incluyente del Presidente es signo de debilidad.

La abrumadora participación de la gente en apoyo de su Presidente que amenaza incluso con boicot masivo contra el grupo empresarial, además de la intervención del aparato de gobierno proponiendo sanciones, dan cuenta de la magnitud del error.

Con impecable elegancia el Presidente da cuenta de la inocuidad del amago y ha tendido, como aconseja el juego de la estrategia, un puente de plata para el contrincante derrotado. Hará mal el empresario si no entiende que en esta partida está “pelas”.

No hay de otra. El magnate deberá dar un paso atrás avalando la estrategia de salud y disponiéndose a solventar su deuda fiscal. Caso contrario, se convertirá muy rápido en el ícono negativo por excelencia en un imaginario colectivo, ávido de certezas.

Y eso no es bueno para los negocios. ¿Como la ven?