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Arbitro electoral: ¿Penalty a media cancha?

“¡¡Árbitro!! La porra te saluda”, un grito acompañado del estribillo de cinco silbidos característicos de los mexicanos, es el rechazo inmediato, visible y audible, que sigue a cada mala decisión del silbante en un partido de futbol. O el clásico “árbitro vendido”. Bueno recordarlo ahora que se desborda la pasión futbolera por el Mundial.

Los errores arbitrales pueden tener altos costos: Francia está en el torneo merced a que un silbante no sancionó una mano en el juego clave para la clasificación.

Hace varios mundiales, en España ‘82, los franceses llevaban uno de los mejores equipos: un juego vistoso, ofensivo, generoso con la afición. Tigana, Giresse, Genghini y Platini, desbordaban talento y ofrecían lo que al final es el futbol: un espectáculo.

Se habían ganado a pulso el cariño y apoyo como favoritos para ganar la justa. Pero se atravesó Alemania en la semifinal, con su juego rudo, frío, defensivo. Una jugada decidió el partido: Batistton, en un contragolpe, quedó sólo frente al portero, el rudo Shumacher; éste se desentendió del balón y, con los pies por delante, golpeó de manera brutal al francés quien salió en camilla. Y el árbitro no marcó nada, menos expulsó al arquero. Francia, el mundo y Batistton, quedaron conmocionados (éste tuvo que ser hospitalizado). Francia perdió su pase a la final.

Otro error famoso es el que coronó a Argentina en México 86, con el gol de Maradona con la “mano de Dios”, que tampoco sancionó el silbante. Errores que pueden ser producto de la falta de preparación, la tensión o el humano error. O de la resistencia a actualizarse: el futbol es de los pocos deportes que se niegan sistemáticamente a emplear la tecnología para revisar jugadas dudosas por vía de la repetición o la asistencia especializada (otros deportes como el basquetbol hace rato que lo hacen).

Aún cuando, como en el caso Alemania-Francia, persistan las dudas si no hubo “mano negra” para que el árbitro se hiciera de la vista gorda.

Diferente es el caso de la decena de árbitros suspendidos en 2006 en Italia, por recibir sobornos de varios equipos. Esto es, usaban su posición para favorecer a unos equipos y manipular el resultado y el derrotero de la liga italiana.

Recientemente se reabrió el caso al descubrir que entre los equipos involucrados estaba nada menos que el Inter de Milán.

En los casos señalados la actuación arbitral fue definitiva para determinar quién ganaba o perdía. Vale la pena recordarlo no sólo por el Mundial de futbol que se juega en Sudáfrica, también porque en el proceso electoral 2010 en Oaxaca, el encargado de organizarlo y cuidar su imparcialidad; es decir, el árbitro electoral, puede ser decisivo para definir los resultados.

Y hasta ahora su actuación ha sido no sólo gris, que al final eso se entendería por su genuina ineptitud, sino también totalmente tendenciosa.

Esto es, los yerros cometidos van más allá de su real incompetencia, que no está en duda, y obedecen a otros intereses evidentes. Por tanto de entrada incumplen con la imparcialidad a la que se deben.

Largo es el rosario de irregularidades que presenta la actuación del Instituto Estatal Electoral (IEE): su negativa a actualizar la Lista Nominal de Electores; su negativa a insacular a quienes fungirán como funcionarios de casilla, pretendiendo que fungieran los mismos que lo habían hecho en los comicios de 2007 y 2009 y que, según los trascendidos, era una estructura ya cooptada por el PRI; luego, la irregular designación de los consejeros distritales.

La denuncia pública en el Congreso local echó por tierra sus pretensiones de realizar esta elección con el padrón del 2009 y obligarlos a actualizar la lista nominal. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) los obligó a insacular a los ciudadanos que serán autoridades electorales el 4 de julio; y a reponer el procedimiento en el nombramiento de los consejeros distritales.

Aunque en este último caso se volvió a dar una simulación, pues si bien cumplieron las formalidades del procedimiento, los designados fueron ¡¡los mismos consejeros distritales impugnados!!

Luego vendría el caso de los contratos asignados para cuatro programas esenciales para garantizar la transparencia, equidad e imparcialidad de las elecciones: la elaboración de material electoral; la impresión de boletas electorales, actas y documentación electoral; el servicio de monitoreo general a las estaciones de radio y televisión de Oaxaca; y la operación del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).

Hubo denuncias sobre irregularidades diversas en el proceso de licitación y en la adjudicación. Las empresas contratadas han sido sancionadas en otras entidades federativas. No se dio conocimiento a los representantes de los partidos ante el IEE. Sólo hasta que hubo denuncia pública y presión de los partidos políticos fue que el inefable José Luis Echeverría y sus subordinados consejeros, dieron a conocer, a medias, parte de la información. Sobra decir que su portal de transparencia es totalmente opaco e inoperante; esconde información antes que publicar alguna.

Siguió la denuncia que del Partido Nueva Alianza (Panal) de la irregular sustitución de candidatos a presidentes municipales.

La historia es sencilla. Tras el registro de sus candidatos a concejales en 62 municipios, furtivamente, antes de que concluyera el plazo para realizar sustituciones, el 4 de junio, el presidente estatal de ese partido, Cristóbal Carmona sustituyó a candidatos a la presidencia municipal de 12 municipios.

Los nuevos designados Humberto López Lena, en Oaxaca de Juárez; Héctor Sánchez, en Juchitán; entre otros, antes, habían buscado sin éxito ser postulados por la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso (CUPP). Es evidente que lo que pretenden, como muchos otros seudo opositores, es servir a los intereses del PRI. Finalmente a Carmona se le ha iniciado un proceso de expulsión en su partido.

Con todo parecería un problema interno de un partido. No es así. El IEE otorgó la sustitución sin que se cumpliesen con las causales contempladas en la ley: fallecimiento, inhabilitación o renuncia de los candidatos. Con ello, el IEE cometió serias irregularidades; violentó la ley. Y, aunque como ha anunciado el Panal, se recurrirá nuevamente al TEPJF, el mayor problema es que el árbitro electoral ha dejado de ser confiable y todo indica, juega del lado tricolor. También la AUPP ha señalado que no confía en el árbitro y lo acusa de parcial.

Y, no pudo presentarse peor corolario para José Luis Echeverría, el presidente del IEE, que la conversación con el gobernador Ulises Ruiz para informar de la distribución de las boletas electorales y pedirle que no se olvide de “un pendientito” con él, que fue presentada en el noticiario de Carmen Aristegui.

Estos son signos ominosos para la ciudadanía oaxaqueña. Porque, como en el futbol, el árbitro puede hacerse de la vista gorda ante faltas graves, o pitar un penalty a media cancha (como con la sustitución de candidatos del Panal); o peor, hablar con el dueño de uno de los equipos para favorecerlo (como la conversación con el gobernador). Y no basta con dedicarles un “la porra te saluda”; se requiere fincar las responsabilidades necesarias y vigilar muy de cerca la actuación del IEE. Que la elección la definan los votos de los ciudadanos y no el árbitro, es lo menos que podemos exigir.

vicleonjm@hotmail.com

(*) Investigador del IISUABJO.

 

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