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Elecciones 2010, el escenario previo

A unos días de la jornada electoral del 4 de julio el ambiente que priva es el de la incertidumbre, la tensión, la guerra sucia y la violencia. Pero, aunque más moderado, hay también inquietud por participar. Una movilización sigilosa de ciudadanos hartos de los políticos y sus partidos, que toman conciencia de que el voto es una herramienta valiosa para, por lo pronto, al menos ponerles cotos y cerrarles puertas.

Mientras eso sucede las campañas electorales, contrario a lo esperado por ser ya semana de cierre, siguieron en la monotonía, sin propuestas y predominado las descalificaciones y la guerra sucia. Terminan pues, como empezaron. Sin embargo, algunas variables se movieron e impactarán en la jornada del 4 de julio.

VIOLENCIA, ¿APUESTA POR EL VOTO DEL MIEDO?

Parecen hechos aislados, sin vínculo. Y así se presentan por parte de las autoridades e incluso los medios de comunicación. Sin embargo, es demostrable que la violencia se incrementa previo a una jornada electoral.

En Oaxaca tan sólo en junio se presentó primero el espectáculo de Copala, que corrió a cargo, por un lado de una caravana encabezada por diputados perredistas, Alejandro Encinas, el principal.

Para la atrabiliaria clase política local era poco menos que imposible permitirle el paso para que, desde el corazón de la zona triqui, enviaran el mensaje de que si se podía entrar, vencer a los “paramilitares” y denunciar las complicidades del gobierno estatal.

Por tanto, mejor evitar el ingreso, algo nada difícil, pues ni a la Ubisort ni al MULT, las fuerzas que predominan en la zona, les convenía su entrada. Ya la escenografía corrió a cargo del Ubisort y las policías estatales. El 8 de junio todos jugaron sus cartas. El resultado: la caravana se regresó y sus promotores olvidaron nuevamente a la zona triqui.

Luego se sucedieron varias muertes. En San Agustín Etla, en un conflicto por el control del bosque hubo un comunero asesinado. En Chalcatongo un joven fue muerto en enfrentamientos derivados la conflictividad agraria.

Después en un raro “enfrentamiento” en San José del Progreso murieron a balazos el presidente municipal y el síndico.

Sus adversarios señalaron que fue del lado del edil de donde salieron las balas, pero las bajas y heridos son del lado de los supuestos agresores. Un cura involucrado y ya el magisterio enarbolando un punto más a su largo pliego petitorio: la libertad de los detenidos y la exoneración de los sospechosos.

Y por cualquier cosa, la tensión está en aumento en la Sierra Sur. Así el ambiente electoral se calienta. Los demonios andan sueltos. No es casual pues, que la violencia se enseñoree justo a unos días de la jornada electoral, la que todo indica será la más competida en la historia oaxaqueña. Violencia que alienta el voto del miedo o la inmovilidad social.

FILTRACIONES: ¿ILEGALIDAD VS ILEGALIDAD?

Elecciones en que la ley hace rato se hizo a un lado. Las irregularidades están a la orden del día. Las últimas, que tuvieron un gran impacto, son las conversaciones telefónicas entre el gobernador del estado, Ulises Ruiz y varios personajes: su coordinador de comunicación social (bueno, ahora del candidato del PRI); el propio Eviel Pérez Magaña; y el presidente del consejo electoral del IEE, José Luis Echeverría Morales.

Resaltan por supuesto las irregularidades: 1) las grabaciones son ilegales; 2) Lo que se dice en ellas, muestran también la subordinación de Echeverría Morales al gobernador, lo que lo descalifica para seguir como titular del árbitro electoral; 3) Como en las de otros gobernadores que también han sido grabados, las conversaciones desnudan las miserias del sistema político mexicano, los excesos del poder y la visión patrimonialista de la administración pública.

Pese a ello jurídicamente no pasará nada. No se castigará ni a quienes grabaron ilegalmente las conversaciones, ni a quienes en ella revelaron las irregularidades que comenten.

Su impacto en las elecciones se mide entonces en la difusión que pudiesen haber alcanzado, fundamentalmente en círculos urbanos medianamente informados, un sector minoritario de la población, pero en el que seguramente habría un alto porcentaje de indecisos que merced a ello podrían decidir el sentido de su voto.

ENTRE TRÁNSFUGAS Y DECLINACIONES

Primero fueron una decena de dirigentes de organizaciones o ediles que cambiaron de bando. Algunos perredistas, convergentes y panistas se declararon priistas, muchos no hicieron sino volver al redil, como el presidente municipal de Tlacolula, Rolando López, quien de paso apuesta que su reconversión a la fe tricolor sirva para que le sean perdonados algunos millones de pesos que no puede comprobar.

Luego siguieron conversiones de mayor peso, según los erráticos estrategas de uno y otro bando, claro. Raúl Bolaños Cacho renuncia al PRI y se incorpora como candidato a una diputación plurinominal por la alianza opositora; pero ya con un muy exiguo capital político donde aporta muy poco, si aporta.

Y Pablo Arnaud Carreño, el expanista, a destiempo y con una burda escenificación, renuncia al PAN jurando que permanecerá fiel a sus principios; fidelidad que le duró un día, pues al siguiente se incorpora a la cuadra del priista Eviel Pérez; con ello, los propios priistas minimizaron el fuerte impacto que hubiera tenido una posición congruente del ex edil capitalino.

Esta semana Irma Piñeyro, candidata a la gubernatura por el PANAL, anunció su declinación a favor de Gabino Cué y pidió a sus seguidores un voto útil a favor del abanderado de la coalición Unidos por la Paz y el Progeso.

Sin duda un hábil golpe mediático que, éste sí, puede representar la diferencia en un escenario de una competencia altamente cerrada. Por eso la respuesta del PRI al anunciar que el PANAL apoya a Eviel y tomando como abanderados de ese partido al defenestrado Cristóbal Carmona y al tristemente célebre locutor Alberto Rodríguez.

Otra vez una respuesta tardía y errática. Falta ahora que la oposición logre capitalizar la declinación de Piñeyro más allá de las conferencias de prensa y la foto, pues el impacto mediático se ha diluido en las páginas interiores de la mayoría de los diarios.

MAGISTERIO, ¿EN AUXILIO DE QUIÉN?

Preocupante el llamado del legislador panista Ramón Corral Jurado al magisterio a “defender las elecciones”. La respuesta de su “insurrección” en caso de fraude puede servir, como tantas otras veces lo han hecho en el pasado, más al régimen y al clima de violencia, que a cualquier cambio democrático.

Por otra parte, cualquier vinculación orgánica y corporativa del Magisterio con partido o coalición alguna, mina precisamente el sentido democrático.

Por si fuera poco, más allá del discurso, en la práctica la Sección 22 no hace sino servir al PRI con sus acciones; consideraciones aparte que tienen una fuerte militancia tricolor antes que opositora.

La violencia, las irregularidades, la ausencia de propuestas y la permanencia de los vicios y mañas del viejo sistema político que devela este cuadro es un escenario de alto riesgo para el 4 de julio. Paradójicamente, no es la ausencia por temor la que puede revertirlo.

La incertidumbre de que a escasos días ningún candidato se puede proclamar vencedor es una buena señal. Y aún podemos informarnos de las propuestas de los candidatos, (interesantes entrevistas a los contendientes aparecen en la revista En Marcha no. 127, en circulación).

La apuesta entonces, debe ser por los votos. El antídoto contra la violencia y los otros males antidemocráticos e ilegales, es una concurrencia masiva a las urnas.

Confiemos y responsabilicémonos de que así sea.

(*) Investigador del IISUABJO.

 

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