El sociólogo Porfirio Santibáñez Orozco, adscrito al Instituto de Investigaciones en Humanidades de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), consideró que en la derrota de la alianza “Por la transformación de Oaxaca” (PRI-PVEM) en los comicios del 4 de julio incidieron varios factores, pero sobre todo la imposición de candidatos priistas.
El analista político precisó que en el caso de Beatriz Rodríguez Casasnovas, ex candidata a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, “pesaron varios factores: la relación cercana con el gobernador Ulises Ruiz Ortiz; un opositor como el empresario Luis Ugartechea Begué, quien “tiene mucha capacidad para darle rumbos nuevos a la capital y no ha asumido compromisos vergonzantes”; y su condición de mujer.
Advirtió que en Oaxaca persiste el sexismo y que a Rodríguez Casasnovas le afectó también que “le adjudicaban algunas decisiones de gobierno durante el 2006, que ciertas o no mucha gente se dejó llevar por eso”.
Además, dijo, en la elección del nuevo munícipe citadino influyeron las obras de remodelación en las calles del Centro Histórico; “por eso es la diferencia tan grande (de votos); Oaxaca es una ciudad que fue muy lastimada, ignorada, herida, y mucha gente registró eso con un resultado electoral”.
Consideró que esta mala imagen se hubiera contrarrestado con la postulación de buenos candidatos, como sucedió en Tehuantepec, donde ganó José Luis Villalobos, pero en la mayoría de municipios el PRI impuso a “los peores candidatos”.
“Aquí en la ciudad –con el perdón, porque es una dama– creo que Beatriz Rodríguez fue la peor candidata; quizá con un candidato diferente los resultados hubieran sido otros”, estimó.
El reto de Ugartechea
Sin dejar de reconocer que él no votó por el PRI, Santibáñez consideró que el virtual alcalde Luis Ugartechea Begué traerá un cambio positivo para esta capital.
“Uno ve la capacidad de una persona por sus propuestas. Para mí Ugartechea tiene un perfil académico y las cosas que he leído de él y las propuestas me parecen acertadas”, dijo.
Recordó que durante el conflicto político-social del 2006 Urgartechea fue uno de los pocos empresarios en participar en reuniones de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), lo que le valió abucheos de algunos appistas y críticas gubernamentales y del gremio empresarial que lo calificaron incluso de “traidor”.
“Ahora enfrenta el reto, y habrá que pensar en términos de lo que se hace con todos los gobiernos. La ciudadanía muchas veces no está satisfecha con el resultado electoral, pero siempre concede el beneficio de la duda, hay un periodo de gracia para ver cómo empieza a caminar el asunto, y esto se verá en el 2011, no solamente en el caso de la presidencia municipal, sino del Congreso y la gubernatura”, indicó.