Ante el próximo cambio de gobierno estatal y municipales, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, se pronunció este domingo por una transición social, más que política, económica, educativa o de cualquier otra índole.

“Los males internos son los que más dañan a personas y pueblos y, si no se atienden a tiempo, llevan a la muerte”, advirtió. E insistió en que el primer paso para la transición que se vive en la entidad es la reconciliación social.

En conferencia de prensa, señaló que la sociedad vive una decadencia similar a la del Imperio Romano, causada por la relajación de costumbres, el libertinaje moral y la convivencia con vicios graves.

“Hoy no es difícil identificar a pueblos de primer mundo, desarrollados económica y materialmente, con señales patentes de deterioro interior”, indicó. Y mencionó el caso de México.

Alertó que esta pérdida de valores lleva a la irresponsabilidad, a la corrupción y a querer conseguir lo que se quiere por medios ilícitos o por la fuerza. “Todos cometemos errores, pero el giro cualitativo es reconocerlos y enderezar el rumbo”, dijo.

“La reconciliación social y el desarrollo integral de un pueblo pasan necesariamente por el reconocimiento de los errores, tanto de sus dirigentes y líderes como de la misma sociedad. Los frutos y avances no llegan solos, alguien los tiene que sembrar y cultivar, alguien los tiene que proteger y defender; nadie mejor que la sociedad”, precisó.

Sin embargo, pidió evitar los extremos: el excesivo culto a la persona sin considerar el bien común, lo que derivaría en egoísmos, individualismos y protagonismos salvajes; e impulsar una “sociedad libre” sin orden ni leyes, lo que llevaría al libertinaje y la anarquía.

Trabajar más que por un taco, pide a oaxaqueños

Cuestionado sobre el trabajo que deben a ser los funcionarios electos en el proceso de transición, Botello precisó: “No nos contentemos con un taquito, hay que comer bien; no nos contentemos con una transición política, económica, educativa, de la familia, de renovación cristiana, que urgen, sino que sea social.

“Urge una renovación del modelo económico, pero no basta que se le pida a una y otra parte (gubernamental) que lo hagan, aunque sí deben sentar las bases”, indicó.

Y sobre la Guelaguetza, el jerarca de la Iglesia católica en el estado pidió a los oaxaqueños “ir a las raíces” y compartir. Celebró que haya guelaguetzas alternas y “que se multiplique lo bueno”; sin embargo, informó que en esta ocasión no asistirá, porque tiene “otro compromiso”.