A las 20:55 horas el cielo de la Verde Antequera se iluminó con luces multicolores que daban muestra de la majestuosidad y del éxito total de la Guelaguetza 2010, a la cual asistieron más de 50 mil oaxaqueños, así como turistas nacionales y extranjeros en sus cuatro presentaciones.
Con un cierre magnífico, soberbio y al ritmo de la música del Son Calenda, familias enteras y visitantes de otros países se entregaron y fundieron en uno sólo en lo que es la máxima fiesta del pueblo de Oaxaca, misma que rebasó todas las expectativas y a la que oaxaqueños y turistas calificaron como la mejor y la más espectacular que otros años.
Música, bailes, danzas, versos y risas fueron el común denominador que prevaleció en las cuatro presentaciones de la “Guelaguetza del bicentenario 2010”, y ayer el cierre no pudo ser para menos, pues con la quema de fuegos pirotécnicos y un público entregado, esta fiesta mostró una vez más la inmensa riqueza cultural del estado.
Así, en medio de un ambiente de alegría y tradición, porras, aplausos y vivas que se dejaron oír una y otra vez en la octava del segundo Lunes del Cerro, culminó esta fiesta que dejó a todos con un agradable sabor de boca y el inmenso deseo de volver a estar presentes el próximo año.
Unos con sombrero en mano y otros con pañuelos y paliacates surcaban el aire, en señal de alegría, emoción y nostalgia por despedirse de la Guelaguetza 2010, de su Guelaguetza.
El estadio de futbol “Benito Juárez”, donde se efectuó por cuarta ocasión esta festividad no pudo lucir más espectacular, pese a la amenaza de lluvia, que en ningún momento mermó el ánimo de un público que gozoso, abarrotó el lugar y que hizo suyo todo el folklor oaxaqueño que mostraron las 14 delegaciones que se hicieron presentes en el escenario.
En punto de las 17:00 horas, la representante de la Diosa Centéotl, Ana Lucrecia Bautista Rafael, hizo su presentación en el escenario para luego ocupar su lugar en el palco de honor a lado del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, su esposa, Lourdes Salinas de Ruiz y sus hijos Lila y Ulises.
Como en la presentación matutina, la fiesta inició con las Chinas Oaxaqueñas, para continuar con la delegación de San Jerónimo Tecóatl, de la región de la Cañada, que presentó el compadrazgo tecoalteco, que muestra la ceremonia del bautizo, como se acostumbra en esa región, enmarcada con los sones y bailes propios de estos festejos.
Le siguió la comunidad de San Juan Bautista Valle Nacional con su Fiesta Tabacalera que expresó la alegría de los chinantecos de este municipio enclavado en la Cuenca del Papaloapan por la buena cosecha del tabaco.
Miahuatlán de Porfirio Díaz deleitó a los asistentes con sus sones miahuatecos como “El Palomo” y “El Ziranananay”. En tanto, San Pablo Villa de Mitla presentó el fandango mitleño donde se representó el ritual que esta comunidad tiene en lo que se conoce como “la entrega de la novia”.
Santo Domingo Tehuantepec se hizo presente con sus bellas mujeres ataviadas de hermosos trajes y vistosas alhajas, bailando sus tradicionales sones istmeños, mientras la naturaleza regalaba a los asistentes de magnífica estampa un cielo seminublado, pero enmarcado en un arcoiris.
La delegación de Huajuapan de León ejecutó con maestría su Jarabe Mixteco, antecedido de la tradicional Canción Mixteca de José López Alavés, que fue coreada por los presentes, al tiempo que se agitaban bajo un mismo ritmo miles de sombreros.
San Vicente Coatlán presentó el Jarabe Chenteño, siguiéndole la delegación de Ciudad Ixtepec, cuyos integrantes interpretaron los bailes, polcas y fandangos que se acostumbran en sus tradicionales Velas.
La majestuosa Danza de la Pluma fue interpretada por jóvenes del municipio de San Bartolo Coyotepec, recordando la conquista de los aztecas por parte de los españoles.
Las porras y aplausos cimbraron el estadio “Benito Juárez” cuando la delegación de Tuxtepec bailó la tan esperada “Flor de Piña”, donde sus bellas integrantes mostraron una vez más su perfecta sincronía para ejecutar tan alegre canción que les mereció que los asistentes las ovacionaran de pie.
La alegría de la región de la Costa se dejó sentir con las delegaciones de San Pedro Pochutla, seguida de Santiago Jamiltepec, así como Pinotepa Nacional. Las tres ejecutaron sones y chilenas con versos candentes que sonrojaron a más de uno.
Tras ello, las 14 delegaciones se concentraron en el escenario y todos sus integrantes bailaron el Jarabe del Valle y el Son Calenda, mientras se realizaba la quema del tradicional castillo y demás juegos pirotécnicos.
Así, tras una intensa lluvia de fuegos artificiales que cubrió por varios minutos el cielo, Oaxaca agradeció la presencia del turismo nacional y extranjero.