En medio de llanto, aplausos y rezos, feligreses y vecinos despidieron al sacerdote Carlos Wotto Salvador, de 84 años de edad, capellán del templo de Nuestra Señora de Las Nieves, asesinado la tarde-noche de este miércoles por desconocidos, que al parecer habrían consumado una ejecución porque no le robaron nada.

Una llamada anónima informó al servicio de emergencia 066, mejor conocido como C-4, que en la iglesia de Las Nieves, ubicada en la esquina de Morelos y Pino Suarez, en el Centro Histórico, se había cometido un homicidio, y las policías estatal y municipal llegaron al lugar para corroborar la versión.

Personas que ingresaron antes a la casa parroquial informaron que “el padre Carlos fue encontrado en la sacristía, maniatado de pies y manos con cinta canela, además de que tenía tapada la nariz y boca”, lo que le habría causado la muerte por asfixia.

Otra versión indicó que el cuerpo del anciano sacerdote fue hallado amordazado poco después de las siete de la noche de este miércoles por el sacristán, quien dio la voz de alarma y avisó a las autoridades.

La policía descartó de entrada el robo como móvil, ya que en el lugar permanecían las alcancías con dinero, además de otros objetos de valor.

De acuerdo con los investigadores, el Capellán del templo habría sido sometido por dos o tres personas que lo maniataron y luego lo estrangularon con una venda.

La esquina que forman las calles de Pino Suárez y Morelos, donde se encuentra el templo católico, fue cerrado a la circulación de vehículos.

Además de la policía, al lugar llegó el secretario general de Gobierno, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, posiblemente en lugar de la procuradora de Justicia, María del Carmen Candelaria Chiñas, ya que ésta nunca apareció, pero igualmente no hizo ninguna declaración a la prensa.

También llegó el vocero de la Arquidiócesis de Oaxaca, Guadalupe Barragán Oliva, quien confirmó la muerte del sacerdote y exigió al Gobierno del Estado una investigación exhaustiva y castigo para los responsables.

Asimismo, pidió que la policía ponga seguridad en las afueras de los templos, ante los crímenes y la inseguridad que priva en la ciudad y toda la entidad.

El cuerpo del sacerdote fue cubierto y sacado del templo por la policía en una camioneta cubierta, en medio del más absoluto hermetismo. No se permitió el acceso a fotógrafos ni a reporteros.

Elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), que iniciaron la indagatoria del caso, recordaron que durante la década de los 90, el padre Carlos Wotto Salvador fue ligado con el narcotráfico, presuntamente por recibir “narcolimosnas”.

Comentaron que el presbítero del templo de Nuestra Señoras de Las Nieves habría oficiado misas con familias de presuntos personajes vinculados a la delincuencia organizada.