Como lo hiciera hace 200 años el cura Miguel Hidalgo y Costilla, el arzobispo de Antequera, José Luis Chávez Botello, llamó este domingo a la población a iniciar otras Independencia y Revolución para combatir la injusticia social, aunque sin métodos violentos sino intelectuales.

Para ello, el jerarca de la Iglesia católica en Oaxaca apeló a la participación de millones de jóvenes en el país que ni estudian ni trabajan (Ninis) y, por lo tanto, en nada contribuyen al cambio social ni al progreso de México como nación.

En la misa de mediodía, con motivo del Evangelio según San Lucas sobre “El buen administrador”, el sacerdote exhortó a sus fieles a creer en Dios “sin que sea una fe al tamaño de nuestros gustos”, y “a construir un futuro con esperanza y por el bien de todos”.

Luego, en conferencia de prensa, Chávez Botello afirmó que las celebraciones por el bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución han dejado en las comunidades “un buen sabor de boca.

“Estamos orgullosos y agradecidos de nuestro pasado, nos sentimos comprometidos a mejorar nuestro presente y, a pesar de los grandes desafíos y la violencia actual miramos con esperanza nuestro futuro”, puntualizó.

Indicó que los creyentes fincan su esperanza en Dios, el cual los estimula y da la fuerza necesaria para reconocer errores y buscar juntos la superación común.

Aclaró, sin embargo, que “falta la participación responsable de la sociedad, programas adecuados a corto y largo plazos y auténticos guías para lograr la reconciliación social, la educación de calidad y abatir la pobreza”.

En este sentido, mencionó los casos de países como China, India y Brasil, que han logrado crecer y superarse. Y llamó a erradicar el fundamentalismo y la intolerancia.

“Nos urge otra independencia de la impunidad y la irresponsabilidad, de la injusticia social y la corrupción”, enfatizó.

“Rompamos las cadenas de toda expresión de violencia física y de enfrentamientos ideológicos que sólo provocan rezago, división, destrucción y muerte”, agregó.

“Son millones de mexicanos, principalmente jóvenes, que ni estudian ni trabajan; millones que no están realizando ni apoyando ninguna acción social. El día en que la mayoría de los mexicanos demos proyección social a lo que hacemos cada día, entonces seremos capaces de emprender y de impulsar procesos de la Independencia y la Revolución que hoy nos urgen”, señaló.

La Iglesia propone, a ver quién dispone

Cuestionado sobre las estrategias para lograr estos objetivos, el Arzobispo atajó: “No me toca a mí decir cómo, para eso hay profesionistas –colegios de arquitectos, abogados…–, empresarios, maestros, que pueden proponer e impulsar esos cambios”.

Sin embargo, consideró que “hay un vacío legal” que obstaculiza el camino hacia esos procesos independentistas y revolucionarios.

Y rechazó que la vía armada –como la proponen el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y/o las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), en el caso de Oaxaca– sea una forma de lograrlo: “el uso de armas es una inmadurez”, sostuvo.

Por otra parte, a pregunta expresa, el Arzobispo condenó los pecados de los ministros pedófilos y los delitos en general cometidos por religiosos y laicos.

Y pidió a la sociedad que el perdón pedido por el Papa Benedicto XVI, en representación de la Iglesia católica, “sirva de mensaje a todos, más que para alimentar culpas”.