SANTA MARÍA Tlahuitoltepec, Oax., septiembre 30.- Los desastres naturales generalmente traen consigo noticias con factores comunes como la destrucción, los daños, las enfermedades y la muerte, pero en ocasiones heredan también historias de increíble sobrevivencia.

Es el caso de Héctor Hernández González, de 18 años de edad, quien aferrándose a un poste evitó ser “tragado” por el alud de tierra y lodo que destruyo su vivienda y sepultó a sus tres hermanos menores, así como a sus dos padres, en la región mixe de Oaxaca.

Su tío, Aarón González Gómez, contó a Notimex los detalles de esta historia de “pesar pero también de milagros”, como él mismo la ha calificado, antes del inicio de la misa donde la comunidad recordaría a los vecinos que se perdieron a causa del deslave.

Fue durante las primeras horas del martes cuando un intenso estruendo se registró a sólo unos metros de la cabecera municipal de Santa María Tlahuitoltepec y segundos después una avalancha de piedra y lodo con un diámetro de 200 metros partía en dos la comunidad.

En el trayecto de la destrucción se encontraba la casa del regidor de Salud del ayuntamiento, Eduardo Hernández Martínez, quien vivía con su esposa Carolina González Gómez, y sus hijos Héctor, Diana, Jacqueline y Félix Antonio, de 18, 16, 14 y cuatro años de edad respectivamente.

“Cuando oyó el primer ruido, Héctor se percató que el lodo estaba bajando apresuradamente y cubría las ventanas, no le dio tiempo de avisarle a los demás porque la casa comenzó a deshacerse casi de inmediato”, señaló Aarón al recordar la narración de su sobrino.

Al igual que sus familiares Héctor fue arrastrado por el lodo, pero una diferencia fue fundamental: él alcanzó a despertarse antes y luchó por sostenerse para no ser arrastrado por la corriente.

“Cuando el lodo lo estaba arrastrando, se percató que se había caído un poste y desde ahí se sostuvo; aún no entendemos y creo que ni él cómo soportó la fuerza que lo jalaba, pero ahí se quedó hasta que luego, cuando todo pasó, logró salir caminando”, indicó.

Aarón señaló que tras el desastre su sobrino llegó con ellos a contarles lo ocurrió y con la esperanza que el resto de sus familia hubiera logrado salvarse al igual que él.

Sin embargo, la víspera elementos del Ejército Mexicano rescataron los restos de sus padres y de sus hermanos, quienes fueron velados durante la noche y serán enterrados esta tarde, tras la misa que se ofrezca en su memoria en el auditorio del mercado municipal.

“Respecto a mi sobrino él se encuentra en Ayutla, un municipio vecino, porque no queremos que ahorita vea todo lo que pasó con su familia, pero pues ya llegará el tiempo de decirle, pero también de que él fue afortunado, pese a la tragedia”, reflexionó Aarón.

De acuerdo con reportes de autoridades municipales, al menos seis personas se encuentran en calidad de desaparecidas. Efectivos del Ejército, la Marina, y de la Policía Estatal continúan removiendo los escombros y el lodo con la esperanza de encontrarlos con vida.