A un año y medio de compromisos incumplidos, el Frente Único Vecinal de Parajes de Viguera se manifestó este miércoles en el palacio municipal para exigir al encargado de la presidencia, Irineo Pablo Calderón González, el cumplimiento de obras de electrificación en la zona.
Sin embargo, ante la contingencia provocada por las lluvias en esta ciudad, el síndico segundo, Calderón González, decidió suspender la sesión de Cabildo semanal para recorrer las zonas afectadas y atender a los damnificados por las inundaciones causadas por el desbordamiento del río Salado.
A esta acción se unieron la mayoría de regidores del Ayuntamiento citadino, por lo que la atención al público en general en el palacio municipal se vio limitada a trámites administrativos y la protesta vecinal tuvo que esperar más de una hora para ser atendida por el secretario municipal, Marco Antonio Martínez Guzmán.
Con pancartas en mano, aproximadamente 30 integrantes del Frente, encabezados por Francisco Castro Alejandrez, expusieron que el coordinador de Desarrollo Urbano, Raúl Corzo Jiménez, les prometió que este 30 de septiembre estarían concluidos los trabajos de electrificación en el Cerrito de Viguera.
Denunciaron que el agente municipal, Moisés Martínez Bautista, les dio la espalda, mientras que la regidora de Industria y Comercio, María Elizabeth Acosta López, “miente” al decir que ya están instalados todos los postes cuando la empresa Santiago Navarrete, contratada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ha incumplido con los contratos.
El arquitecto Erick Robles Vásquez, director técnico de la asociación civil “Súmate” y asesor de los afectados, refirió que para la ejecución del proyecto el Ayuntamiento hizo dos contratos por tres millones 728 mil pesos y por tres millones de pesos firmados por el síndico Calderón González como representante legal.
Indicó que el segundo contrato fue por adjudicación directa a la empresa Santiago Navarrete sin que hasta ahora esté lista la obra y ni Corzo Jiménez ni alguna otra autoridad municipal los quieran recibir para explicarles los motivos del retraso.
“Hay varios puntos oscuros”, advirtió el arquitecto; no obstante, se negó a aventurar o denunciar públicamente una presunta corrupción en el manejo de estos recursos públicos “hasta que hablemos con las autoridades”.
Los inconformes reconocieron que los terrenos que habitan son ejidales; sin embargo, enfatizaron que los compraron de manera legal, por lo que ahora exigen la introducción de servicios básicos.