El presidente municipal de Tlaxiaco, el priista Mario Rogelio Hernández Martínez, ordenó el desalojo de unos 300 comerciantes indígenas de 35 municipios de la región, quienes llevan años vendiendo sus productos en el lugar, por lo que éstos iniciaron hoy lunes la toma del palacio y de las oficinas administrativas.
Los hechos violentos se registraron el fin de semana, cuando el Alcalde, señalado en múltiples ocasiones por sus decisiones arbitrarias, ordenó a elementos de la policía municipal que desalojaran por la fuerza a los comerciantes indígenas, entre ellos mujeres y menores de edad, por lo que varias personas resultaron con lesiones diversas.
Para concretar su acción represiva, el primer concejal priista ordenó tocar las campanas de la Iglesia católica y convocó a los ciudadanos del casco de la población a sumarse al linchamiento contra los indígenas, instruyendo a los civiles para que actuaran en contra de otros civiles.
“Se dieron situaciones de vejaciones a los derechos humanos de las personas de diversas comunidades que tradicionalmente venden sus productos en el centro de la ciudad”, relató el integrante del Movimiento Cívico de Tlaxiaco, Roberto Villaverde Bolaños.
Informó que luego del desalojo violento, el Edil ordenó actos de hostigamiento en su contra, con el argumento de que le “bajara de huevos” o de lo contrario enfrentaría las consecuencias por estar apoyando a los indígenas.
Además de llamadas telefónicas para intimidarlo, Villaverde Bolaños dijo que desde hace tres días una camioneta negra lo ha estado siguiendo por diversos puntos de la ciudad de Tlaxiaco, y un sujeto que portaba un arma de fuego lo amenazó con el mismo asunto de dejar de asesorar a las comunidades indígenas.
Por estos sucesos, Roberto Villaverde interpuso la denuncia 621/TX/2010 ante el Agente del Ministerio Público de Tlaxiaco, por los delitos de amenazas y abuso de autoridad, contra quien o quienes resulten responsables.
Recordó que en la cabecera distrital de Tlaxiaco tradicionalmente se han instalado comerciantes indígenas de toda la región, quienes expenden productos de sus cosechas, artesanías y artículos diversos, hasta que llegó el edil Mario Hernández Martínez, quien pretende limpiar el lugar para vender los espacios a personas afines o al mejor postor.
Por eso, señaló, “las autoridades priistas tomaron la determinación de desalojar con lujo de violencia el centro de la ciudad y para ello utilizaron a la ciudadanía. Es lamentable que los habitantes del centro de Tlaxiaco tengan la idea de que los indígenas no tienen derecho a vender, a pesar de que son del mismo distrito”.