El Efecto Mariposa es un concepto dentro de la Teoría del Caos. El meteorólogo y matemático Edward Lorenz, acuñó el término para hacer notar que en los sistemas complejos, cambios pequeños (como el aleteo de una mariposa) pueden provocar resultados totalmente inesperados…

México vive uno de sus peores años en materia de seguridad. La situación de violencia creciente que se vive en muchas regiones del país, nos han ubicado en los encabezados de los principales periódicos y noticieros internacionales.

Esta escalada de violencia e inseguridad de los últimos años, traducida en ejecuciones homicidios, decapitados, torturados, balaceras y secuestros, son la constante en un país que en este momento, comienza a resentir los efectos de décadas de impunidad, corrupción y falta de aplicación del Estado de Derecho.

Desde su consolidación post revolucionaria, nuestro país se parece mucho a un sistema complejo en el cual todos sus componentes políticos, sociales, económicos y culturales han interactuado entre sí, pero como en todo sistema complejo, existen errores o variaciones que pueden traer consecuencias impredecibles para el sistema.

Hoy nos damos cuenta que esas variaciones, que son características históricas de nuestro sistema político tales como la corrupción, el abuso de poder o la utilización de las instituciones del Estado para privilegiar intereses personales o de grupo, han generado el caos que el crimen organizado requiere para actuar bajo la sombra de la impunidad.

Por otra parte, la captura del Estado en manos de grupos de poder que operan en la ilegalidad, ha hecho de México un país con pocas capacidades para hacer frente a mafias que encuentran los resquicios legales para seguir haciendo negocios criminales muy rentables.

Desde hace varias décadas, el narcotráfico y el crimen organizado han venido utilizando la violencia para apoderarse de espacios que el Estado Mexicano ha dejado vacíos; en este sentido aprovechan la falta honestidad de los políticos para poder hacer negocios con ellos, la falta de oportunidades de empleo para sumar a sus filas a los más pobres y la deficiente educación para atraer como clientes a cada día más jóvenes que compran sus “productos”.

De acuerdo con el Índice de Incidencia Delictiva y Violencia 2009, elaborado por el Centro de Investigación para el Desarrollo A. C. CIDAC, que se compone por cuatro variables: homicidio, ejecuciones, robo de auto y demás delitos, desde el año 1991 México muestra un incremento considerable en el número de denuncias presentadas a las procuradurías de justicia penal por este tipo de ilícitos, pasando de 1030 denuncias en 1991 a 1607 denuncias por cada 100 mil habitantes en el año 2008, lo que implica un aumento del 56%.

El mismo documento nos señala que el 93.3% de las denuncias por este tipo de ilícitos quedan impunes, lo que nos habla de las deficiencias del sistema de justicia mexicano, situación que es aprovechada por estos grupos criminales para delinquir con más del 90% de probabilidades de no tener ningún tipo de sanción penal.

Por lo anterior y en este año que festejamos el centenario de la Revolución, debemos replantearnos la necesidad de construir nuevos “aleteos de mariposa” que transformen las relaciones políticas y sociales de los ciudadanos mexicanos como sucedió hace 100 años, pero esta vez bajo nuevos paradigmas estructurales que sean capaces de influir en el comportamiento de nuestro sistema político (siempre complejo) de forma positiva.

México no debe convertirse en un país caótico donde las mafias y los corruptos se enriquezcan a costa del bienestar de la sociedad, en este sentido la voluntad no sólo del gobierno sino de la sociedad y de los actores políticos se vuelve necesaria para recuperar al país de las garras de la violencia y la inseguridad.

Hablo de un nuevo compromiso histórico que revalore la esencia de México y de los mexicanos, que haga frente a los padecimientos de nuestra sociedad y brinde una nueva oportunidad para consolidar un país que utilice armas como la educación, la honestidad, la legalidad y la unidad para poder salir adelante.