El coordinador de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, Romualdo Wilfrido Mayrén Peláez demandó un alto a los crímenes de dirigentes y luchadores sociales y “a aquellos caínes que arrancan la vida de manera violenta creyendo que con eso terminan los ideales, los anhelos y las demandas justas”.
“Esto que estamos viviendo en Oaxaca no debe de seguir sucediendo. Todos debemos de exigir un alto a la violencia”, señaló.
En la homilía de la misa concelebrada en el templo de Los Siete Príncipes con el vicario de la parroquia de Santo Tomás Xochimilco, Martín Octavio García Ortiz, en ocasión de los nueve días del asesinato del secretario del Consejo Político Comunitario del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), Heriberto Pazos Ortiz, el presbítero lamentó que quienes “se manchan las manos y la conciencia de sangre piensan que la muerte es el final de la vida porque no tienen esperanzas”.
“Es triste para ellos que se manchan las manos de sangre y quienes siembran vientos cosecharán tempestades”, remarcó.
Ante la viuda, Migdalia Pineda, los hijos Saúl Pazos Pineda y Thorvald Pazos Haga y demás familiares del fallecido, así como la militancia de esa organización, destacó que el pueblo triqui de continuar en lucha para salir de la exclusión.
“Que esta muerte sea semilla de libertad, que esta sangre fecunde en nosotros el compromiso, el deseo de un estado mejor, que respete los derechos humanos, la dignidad”, indicó.
A su vez, el vicario García Ortiz también demandó el cese a los hechos de violencia y subrayó que la paz solamente se podrá restituir en Oaxaca habiendo justicia.
“No puede haber paz sino hay justicia”, asentó.
Resaltó que el pueblo de Oaxaca exige justicia pero “no se podrá lograr desatando una guerra”.
Y subrayó que el pueblo triqui se encuentra dividido y fragmentado porque “tienen miedo de que encuentre la paz, la justicia y el verdadero progreso”.
“Ellos, tienen miedo que el mismo pueblo sepa administrar sus recursos, su tierra, sus aguas, su maíz, su lengua, su cultura”, remarcó.
Llamó a la militancia del MULT a retomar la lucha de Pazos Ortiz para hacer renacer el deseo de la paz a partir de la justicia.
“A ustedes les debe de servir el recuerdo de su lucha. Ahora a ustedes mismos les toca hacer el esfuerzo que hizo y recuperar esa lucha porque recordemos que la memoria de nuestros pueblos siempre debe de estar fresca”, insistió.
Al término, la cruz levantada un día antes fue depositada en la tumba donde se encuentran las cenizas de Pazos Ortiz, entre rezos y música de banda.
Ahí, el dirigente del Partido Unidad Popular, Uriel Díaz Caballero destacó la trayectoria de Pazos Ortiz y conminó a sus compañeros a asumir el compromiso de lucha “para honrar su memoria” “sirviendo al pueblo con honestidad”.
“Espero que todos quienes escucharon su palabra, lo honren porque nuestro compañero es un ejemplo”, indicó.
Además, resaltó que “se arrepentirán quienes se vendieron por unos cuantos pesos” para asesinar a su dirigente.
“¡Ay de aquellos que cumplieron esa misión!”, remarcó.