Un grupo de estudiantes de la Universidad José Vasconcelos, egresados del taller El Poder de la Risa, realizó un espectáculo para 30 niños y niñas de la asociación civil Hijos de la Luna, quienes son hijos de madres que trabajan de noche.
Los y las niñas, además de alegría, recibieron regalos y dulces que llevaron los estudiantes de las diversas licenciaturas de esta casa de estudios.
El taller referido se impartió de agosto a septiembre en las instalaciones de la UNIVAS y estuvo a cargo de los profesionales en el arte Jesús Ortiz López (payaso Media Vuelta) e Itzae Soriano (payaso Capirucho), quienes durante 30 horas dieron las herramientas necesarias a los alumnos para hacer reír a niños y adultos.
Ese taller, dijo, Ortiz López, tiene como objetivo que las personas sepan el poder que tiene la risa en el ser humano; es increíble, pues entre otros beneficios se encuentra la reducción del estrés.
Los especialistas mencionan que al reír el cerebro hace que el cuerpo segregue endorfinas, sedantes naturales del cerebro similares a la morfina, que actúan como drogas naturales que circulan por el organismo y resultan cientos de veces más fuertes que la heroína y la morfina, además son gratuitas y no tienen efectos secundarios.
Por eso, cinco o seis minutos de risa contínua actúan como un analgésico.
Una persona al reírse hace ejercicio, con una carcajada se ponen en marcha cerca de 400 músculos, incluso, muchos músculos del estómago sólo se pueden ejercitar con la risa.
En este espectáculo de payasos participaron, además de los instructores, los estudiantes Yadira Santos Fernández, Pedro Luis Cañas Matadamas, Beatriz Playas, Liliana Vásquez Ibáñez y Eduardo Guillermo Cruz Ramírez, quienes tienen como objetivo llevar este tipo de actividades a sitios como el asilo de ancianos y la Ciudad de los Niños.
Con estos espectáculos, los estudiantes cumplen con uno de los compromisos principales de la UNIVAS que consiste en el servicio a la sociedad.
La directora de la casa hogar Hijos de la Luna, María del Socorro Ramírez González, agradeció a los profesores del taller y a los estudiantes de la UNIVAS, llevar risas a los 30 niños y niñas que viven en esta institución.
En la Casa Hogar Hijos de la Luna el niño de menor de edad es de 3 meses y la mayor de 12 años.
Ramírez González explicó que la misión de esa casa hogar es ayudar a niños en situaciones de alto riesgo, brindándoles las herramientas necesarias para que el día de mañana sean personas de bien, comprometidas con su familia y sociedad.
Mientras que su visión, agregó, es brindar a la sociedad oaxaqueña, adolescentes conscientes de sus vidas y de sus actos, jóvenes que satisfagan efectivamente las necesidades de la comunidad.