SAN AGUSTÍN LOXICHA, Oax.- Bajo la protección del diputado federal priista Héctor Pablo Ramírez, el presidente municipal de San Agustín Loxicha, Jesús Martínez, consiguió que los postularan como candidato a diputado local suplente por el Octavo Distrito, aunque perdió en las pasadas elecciones por corrupto, represor y mañoso.

Sin un ápice de vergüenza, ya reclama la silla presidencial, porque según Chucho, necesita continuar transformando su municipio: Sí, pero en el más pobre de la región.

La confabulación de Héctor Pablo Ramírez y Jesús Martínez es obvia y denunciada concretamente por el diputado federal por Convergencia, Francisco Melo, quien presentó una denuncia en contra de funcionarios del municipio de San Agustín Loxicha por el presunto desvío de recursos públicos a favor de Héctor Pablo Ramírez, entonces candidato a diputado federal del PRI por el distrito X con cabecera en Miahuatlán de Porfirio Díaz; sin embargo, nada ha pasado con la aplicación de la Ley.

Con recursos del pueblo, su hermano Víctor Mendoza se promociona en medios de comunicación como benefactor del pueblo, lucran con la ignorancia de la gente humilde, de la pobreza lacerante que existe en este municipio y pretende que su consanguíneo sea el próximo presidente municipal para tapar la podredumbre que existe en el palacio municipal.

Chucho Martínez es repudiado no sólo en su pueblo sino también en los municipios costeros, porque pese a que San Agustín Loxicha es uno de los lugares de más alta marginación en el país, es un personaje que parece imitar a aquellos famosos caciques pos revolucionario. No gobierna su pueblo pero se da grandes lujos, pasea en autos caros, se hospeda en elegantes hoteles y normalmente se acompaña de bellas edecanes. Los recursos del erario público en derroche y despilfarro en todo su esplendor.

No hay dinero para obras en Loxicha, pero sí para pagar boletos de avión, hospedaje, comida y bebida de artistas extranjeras hermosas, así como costosas transmisiones en programas de televisión, según para proyectar esta localidad como un lugar turístico.

San Agustín Loxicha se encuentra entre los 125 municipios más pobres de México, que reciben atención especial por parte del gobierno federal. Es el tercer municipio más marginado de la entidad, de 58 que se encuentran en este programa especial. Es el rostro de la miseria.

A la falta de servicios, también había que agregarle bajos índices de escolaridad, salud e ingreso, y es que, de acuerdo a los indicadores del Programa para el Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (PNUD), está en la posición número 72.

De acuerdo a estos indicadores, sus habitantes obtienen en promedio para su subsistencia mil 152 dólares al año (alrededor de 14 mil 500 pesos); mil 250 pesos al mes; poco más de 40 pesos diarios. Por eso, casi la mitad de sus niños en edad escolar no van a la escuela (47.89 %); existe una mortalidad infantil del 46.44 %. Casi uno de cada dos niños que nace, fallecen.

San Agustín, cuenta con 18 núcleos de población, agencias de policía y agencias municipales. El año pasado, el municipio recibió la mayor parte de recursos, en el orden de los 48 millones 759 mil 673 pesos, del fondo de Infraestructura Social y Municipal y 6 millones 908 mil 983 pesos del Fondo de Aportaciones y Fortalecimiento a los Municipios, para un total de 55 millones 668 mil 656 pesos, que la mayor parte aún está sin comprobar.

Las agencias inconformes

Buena Vista está entre las agencias municipales más grandes de San Agustín Loxicha, con una población de más de 3 mil habitantes no ha avanzado mucho después de la caída del café su antes principal sostén. Tiene un pequeño mercado, un templo católico y un CECYTE, construido cuando fue presidente Oscar Valencia. Desde el mes de febrero el edil les prometió construir una agencia nueva y entregarla antes de su informe de gobierno, pero hasta la fecha sólo hay escombros.

El mismo atropello o burla sufre Buena Vista, dicen los habitantes, “está sufriendo, la Conchuda, Loma Bonita. Tierra Blanca, San Vicente Yogondoy, Juquilita y otras comunidades”, aseguran, y piden que el gobernador envíe una comisión revisadora para comprobar las anomalías.

Los habitantes afirman que cuando “Chucho” llegó como presidente en el 2008, sólo hizo dos aulas en el CECYTE, y dos aulas para Conafe que gestionó ante el gobierno Federal el ex agente Eduardo Santibáñez, es decir, no se construyeron con recursos del municipio.

El edificio de su agencia municipal fue diseñado para tres plantas y construido con tequio hace 28 años cuando el agente municipal era Albino Santibáñez. Aparte de la mano de obra cada ciudadano aporto 5 mil pesos (quienes no reunían ese dinero tenían que pagar con cárcel, porque así se acordó en asamblea).

Para el 2009 el pueblo propuso como obra prioritaria, ocho aulas en la escuela “Morelos”. En un principio el presidente lo aprobó; pero después convocó a una reunión y ordenó que mejor se construyera un nuevo edificio para la agencia. La mayoría se inconformó porque el edificio de su agencia estaba en perfectas condiciones y cimentado para dos pisos más, además lo conservaban como parte de la historia.

Entonces propusieron remodelarlo para poder construir las aulas, sin embargo el edil amenazó: “Aceptan la construcción de la agencia o no hay obras para Buena Vista”. El capricho de su presidente, señalan, se debía a que algunos de los pobladores que solicitaban las aulas no eran afines de sus intereses.

En el mes de abril tomaron la foto del recuerdo, porque por esos días el agente municipal, Constantino José Luis se veía muy presionado, por lo que convocó a la gente para derribar el edificio con la promesa que en días posteriores iniciarían su construcción para entregarla antes del informe de gobierno.

Sin embargo, desde el mes de junio que fue destruido, “el presidente sólo le ha dado vueltas y vueltas e incluso, firmó un documento donde se comprometió que la obra iniciaría el 20 de septiembre, luego que el primero de octubre, compromiso que no ha cumplido” y últimamente los amenazó que, si insisten, no hará nada.

“Me da mucha lástima ver los escombros de lo que fue nuestra agencia, así como a mí, a la mayoría nos duele, nos lastima, nos ofende lo que hizo y está haciendo el presidente”, dice Diógenes Santiago, habitante de esta localidad.

“La gente está callada pero no sabemos qué piensa por dentro, porque nuestros hermanos indígenas son humildes pero también piensan y duele lo que nos está haciendo nuestro presidente”, expresa el ex-agente municipal Eduardo Santibáñez.

EXIGEN REPONER ELECCIÓN

El ex candidato de la planilla negra a la presidencia municipal de San Agustín Loxicha, Guillermo López López, desconoció el supuesto triunfo de Flavio Pérez quien compitió por la planilla verde.

López sostuvo que el proceso electoral estuvo plagado de irregularidades. Aseguró que hubo compra de votos hasta en 500 pesos por parte de Pérez y su equipo de campaña. Además, hubo intimidación y amenazas a los votantes. También, expresó, se dio el caso de que un sin número de personas votó hasta por cuatro ocasiones con credenciales falsificadas.

La elección, que bajó el régimen de usos y costumbres se realizó el pasado domingo 21 de noviembre, se desarrolló en condiciones de presión para todos los electores y no reunió las mínimas condiciones de seguridad, certeza, legalidad, imparcialidad y transparencia.

López añadió que los contendientes se enfrentaron a dos factores: el acarreo y compra de votos por parte de Flavio Pérez y la ofensiva del actual presidente municipal Jesús Martínez.

Pues, de forma “amañada” el consejo municipal sesionó “en lo oscurito” y pactó la fecha de la elección para maniobrar a favor del candidato del actual edil Jesús Martínez quien pretendía, en la figura de su hermano Víctor Martínez, perpetuarse en el poder.

López sostuvo que el supuesto triunfo de Flavio Pérez se dio en medio de un proceso, a todas luces, irregular, por lo que exigió la reposición del proceso.