ÁMBITO UNIVERSITARIO.- Después del tercer informe de actividades presentado por Rafael Torres Valdez, actual rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), es evidente que la movilidad grupal e individual en su interior preludia un relevo rectoral bizarro y tal vez no benéfico para la institución.
Como toda administración que concluye, independientemente de los resultados en mejoría o empeoramiento para los universitarios, el último año representa la declinación del poder y control por parte del Rector en turno, más aún si fue excluyente y actuó al margen de consensos honrados.
Será como siempre la comunidad universitaria quien juzgue aprobatoria o reprobatoriamente el desempeño de su Rector, quien por acotamiento natural y razones de ética política tiene el deber de mantenerse alejado de “padrinazgos”, con futuro inmediato incierto, más aún cuando tienen tintes de intromisión presuntamente gubernamental, que en el párrafo final agregaremos.
En una especie de pasarela en la que colaboró Torres Valdez el día de su informe, pudo observarse cómo Enrique Martínez Martínez, secretario General de la UABJO en funciones y evidente peón del priismo desde el inicio de esta administración universitaria, dio continuidad a su precampaña por la Rectoría que inició desde hace tres años, aprovechando la presencia de otros universitarios y de algunos de sus conocidos apologistas, planeando zopilotescamente en espera del fin tanto de Torres Valdez como de sus potenciales contrincantes rectoriles.
Martínez Martínez, de quien algunos medios de difusión se ocuparon por acontecimientos nada edificantes en el pasado no muy reciente, reconoce mejoras y avances institucionales, pero contradictoriamente llama “al rescate” de la UABJO y a la erradicación de añejas prácticas gubernamentales de control como el “porrismo”, y el hostigamiento sexual. Paradójicamente él, quien ha sido señalado como responsable directo de estos males que hoy le “preocupan”.
Como nada permanece oculto durante mucho tiempo, ya ha trascendido en círculos universitarios que a propósito de las diferencias y el distanciamiento entre el Rector y Leticia Mendoza Toro, de vieja filiación priista, Martínez Martínez aprovechando las circunstancias ha logrado adjudicarse, como parte del reagrupamiento priista dentro de la UABJO, el apoyo de la ex Rectora, quien como moneda política flotante se apresta a revaluar su permanente influencia o un suculento retiro del ámbito universitario.
Y para no variar la estrategia mediática, otro individuo nefasto que sempiternamente ha parasitado a la Universidad disfrazado de izquierdista y quien hace años conduciendo ebrio un vehículo atropelló y mató a una persona es el enlace de Martínez Martínez y comercializadores de espacios periodísticos utilizados para denostar a las personas que el pagador indique, no importando normas, principios ni valores si a cambio la remuneración es abundante.
Pero la “satanización” pretendida por esas vías mediáticas podría convertirse en un proceso de victimización con efectos contrarios a los esperados por los “satanizadores” si los denostados actúan con sentido común y mesura y son capaces de incidir con acciones positivas entre los universitarios, acatando las normatividades vigentes y con propuestas innovadoras creíbles, así como el acercamiento llano y la incorporación de la comunidad para construir un proyecto válido y propio, genuinamente universitario, sin politiquerías ni, sobre todo, corrupción.
Por lo visto y exhibido, el Rector está jugando con juguetes propios, alejándose más y más de la deuda moral que implícitamente contrajo con sus adherentes cuando lo impulsaron como candidato creyendo en su discurso democrático y universitario, aún sin la validación de la anterior autoridad rectoral porque no era necesaria ni indispensable. Aunque tarde, acaso sería de sabios para Torres Valdez reconocer que se equivocó al volcarse ulisista-evielista-priista y dar la espalda a la Universidad.
Y va de chunga, o: A confesión de parte…
Ocurrió el año pasado, antes del electoral 4 de julio, durante una fiesta a la que asistían, entre otros, un “pingüino” y un familiar, de quien supuso erróneamente que había sido uno de los firmantes de un desplegado que lo denunció por utilizar a la Policía Auxiliar, Bancaria, Industrial y Comercial (PABIC) –-bien conocida por ser una de las varias corporaciones policiacas legales utilizadas por Ulises Ruiz para integrar las tristemente célebres “caravanas de la muerte” contra el movimiento popular-magisterial predominantemente durante el 2006–, en abierta violación a la autonomía universitaria, dentro de las instalaciones de la Universidad, supuestamente contra el “porrismo” –cosa falsa pues los “porros” gozaron de impunidad absoluta durante dicho gobierno ulisista, y baste recordar casos como los de “el dragón”, “el talibán”, etcétera, etcétera, etcétera…–:
–“…. No me importa que firmen desplegados en mi contra. Después de todo, yo siempre había sido de izquierda, y ¿qué me dio la izquierda?; por eso ahora soy priista….”
— ….
Su familiar sólo lo escuchó y no se dignó aclararle que no había firmado dicho desplegado, sino otro familiar suyo de igual apellido, pero en su fuero interno reprobaba la violación de la autonomía universitaria ahora también por una policía uniformada, decepcionado de haber creído un tanto en el discurso democrático de dicho “pingüino”, pero más de su abyección cínicamente declarada y de su transvestismo “político”.
A confesión de parte, relevo de pruebas.
Y, retomando el señalamiento de párrafos anteriores sobre una intromisión presuntamente gubernamental, y haciéndome eco de la chacota universitaria, en ese argot “marinero” sabemos ya que dicho “pinguino” tiene como “delfina” a su ex Secretaria Académica y ahora titular de una fantasmal Dirección creada ex profeso, para salvarlo de su ambición y su falta de “olfato político” que lo llevaron a apoyar públicamente al entonces “delfín” de Ulises Ruiz Ortiz, Eviel Pérez, y operar como Rector utilizando a la Universidad en contra del entonces candidato de la coalición PC-PT-PAN-PRD y actual Gobernador: tabla de salvación, pues su ex Secretaria Académica es esposa de un dirigente de cafeticultores que apoyó la campaña del actual Gobernador y por esa vía podría contar con dicho apoyo gubernamental, lo cual sería una ventaja para ella y para el Rector pero no para la Universidad ni para la academia.
Veremos y diremos.