OAXACA, OAX., noviembre 1.- Oaxaca celebra a sus muertos este año 2011 con más entusiasmo que posibilidades de gasto, en medio de una severa crisis económica que se refleja en las bajas ventas de los comerciantes.

Y es que los productos que ofrecen son más baratos que en años pasados, pero ni así se venden.

Un ramo de flores de Cempasúchil cuesta actualmente 10 pesos, en contraste con los 30 pesos que valía en 2010, al igual que el tradicional pan de muerto.

Desde la mañana de este lunes 31 de octubre, las familias se dieron cita en los principales mercados de la ciudad para realizar sus compras, mientras otras acudían a los cementerios para colocar el altar tradicional.

Entre las mercancías más compradas figuran flores, caña, pan, dulces y muñecos alusivos a la muerte, para elaborar los altares.

Y como la marca la tradición, ya entrada la noche, a los panteones comenzaron a llegar centenares de personas para recordar a sus fieles difuntos y convivir con ellos.

En la comunidad de Santa María Atzompa, rememoran la tradición ancestral de velar a sus muertos.

Niños, jóvenes y adultos comen y duermen en comunión con sus familiares idos.

En Santa Cruz Xoxocotlán, otro municipio conurbano a la capital del Estado de Oaxaca, la celebración es multitudinaria desde la noche del 31 de octubre.

Para observar y disfrutar la costumbre ancestral de celebrar a nuestros muertos, cientos de turistas acuden a los panteones para presenciar la velada que inicia desde las 09:00 de la noche y culmina alrededor de las 06:00 de la mañana del día siguiente.

La fiesta de los Muertos es una celebración mexicana de origen prehispánico que honra a los difuntos el 2 de noviembre de cada año y comienza en la víspera, el 1 de noviembre, en coincidencia con las celebraciones católicas del “Día de los Fieles Difuntos” y de “Todos los Santos”.

La UNESCO ha declarado a esta tradición mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Algunos pueblos de Estados Unidos y de Brasil empiezan a seguir nuestro ejemplo.