SAN SEBASTIÁN Teitipac, Tlacolula, Oaxaca, noviembre 8.- Las manos ásperas, marcadas por el trabajo rudo, abren con ansiedad el módulo “Ser padres una responsabilidad compartida”, que forma parte del sistema de enseñanza de educación para adultos en Oaxaca.

Genaro Antonio, de 63 años de edad, distrae por una hora su responsabilidad como presidente municipal para dedicársela al estudio y poder concluir su educación primaria en el Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA).

“Hay que cultivarnos en el aspecto del estudio para que podamos salir adelante como personas y como sociedad”, expresa con certeza.

De tez morena y una mirada que muestra la esperanza por tener un pueblo en donde sus habitantes ya no sufran de marginación, describe su infancia como carente de oportunidades para el estudio y una vida llena de sacrificios y trabajo, “sólo tenía 12 años de edad, abandone la escuela cuando iba en segundo de primaria porque mi papá me puso a cuidar el ganado”.

“A los 16 años de edad me fui a la Ciudad de México, comencé a trabajar en una mercería, después en un mercado vendiendo fruta; posteriormente, me integré a la Volkswagen, ahí aprendí la soldadura, por ello, fui comprando mis herramientas para ser independiente de mi patrón”, platica Genaro mientras sus manos deslizan el lápiz que escribe sus memorias.

Con la mirada fija en la libreta el ahora responsable de la administración pública municipal menciona que la primaria es tan sólo el primer paso: “Yo me estoy animando de seguir con la secundaria, me interesa no sólo ser el ejemplo de mi familia sino de mi población; que vean que una persona de más 60 años ya terminó la secundaria para mí sería un orgullo como persona dar el ejemplo de superación”.

“Estudiar mi primaria en el IEEA ha sido la decisión más importante de mi vida” añade.

Dándose un tiempo para atender a sus paisanos en la Presidencia Municipal, recuerda cómo tomó esta importante determinación de vida:

“La técnico Chelita del Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA) llegó ofreciendo a los pobladores de San Sebastián la oportunidad de culminar su educación, y no desaproveche la oportunidad al inscribirme”.

Pero no sólo Don Genaro tiene esa ansiedad de progresar.

“Desde que el IEEA está en nuestra población ha habido cambios significativos, porque muchas personas que no sabían nada están estudiando para salir adelante como yo”.

Don Genaro toma sus libros y los guarda para seguir con su jornada laboral, ha pasado la hora destinada al estudio, esta vez interrumpida por las preguntas del reportero pero cuyas respuestas serán ejemplo para muchos adultos que no cuentan con su educación básica.

Se dirige a la puerta, pues hay gente esperándolo, para asistir a la inauguración de un horno ecológico que mujeres y hombres de San Sebastián Teitipac construyeron para tener una fuente de ingreso.

En el trayecto al evento Genaro Antonio expresa con seguridad que para que un pueblo salga de la marginación es necesario trabajar en conjunto: autoridades, instituciones y sociedad en general; todos ellos deben poner su granito de arena al pueblo.

“El rezago y sobre todo el educativo hay que combatirlo, como Presidente municipal tengo una gran responsabilidad, la primera es unificar a mi pueblo, y qué mejor que apoyándolo y trabajando para el beneficio de mi gente, con los maestros tanto de misiones culturales como del Instituto Estatal de Educación para Adultos”, mencionó Genaro cuando caminaba hacia el evento.