MÉXICO, D.F., diciembre 4.- Acompañados del gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, dirigentes zoques de San Miguel y Santa María Chimalapa se reunirán este lunes aquí con funcionarios de las secretarías de Gobernación (Segob) y de la Reforma Agraria (SRA).
El objetivo de la reunión, pactada después de que los indígenas zoques bloquearon durante 34 horas las carreteras Panamericana y Transístmica, en el Istmo oaxaqueño, es integrar una Comisión Interinstitucional para atender el problema agrario, ambiental y social de los Chimalapas en sus límites con el vecino estado de Chiapas.
Las comunidades zoques de San Miguel y Santa María Chimalapa han denunciado que enfrentan invasiones de sus tierras por parte de talamontes y ganaderos de Cintalapa, Chiapas, y reclaman el desalojo de sus congregaciones.
“Vamos a la Segob con el ánimo de avanzar en la solución de los problemas agrarios, pero también con la encomienda de los pueblos zoques de exigir que Chiapas respete nuestras tierras”, dijo antes de partir al Distrito Federal el comisariado comunal de San Miguel Chimalapa, Alberto Cruz Gutiérrez.
Las autoridades zoques de San Miguel y Santa María Chimalapa, Alberto Cruz y Pedro López, expresarán ante el titular de la Segob, Alejandro Poiré, su total rechazo a la creación de tres nuevos municipios chiapanecos en tierras oaxaqueñas, entre ellos el de Belisario Domínguez.
Es que el gobernador de Chiapas, Juan Sabines Gutiérrez, propuso la creación de esos municipios que abarcan tierras zoques, después de que el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, anunció que presentaría una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para definir los límites entre ambas entidades federativas.
La disputa agraria entre Oaxaca y Chiapas es por 27 mil hectáreas que corresponden a los ejidos chiapanecos de Gustavo Díaz Ordaz y Flor de Chiapas, que en conjunto han invadido poco más de cinco mil hectáreas de San Miguel Chimalapa.
En esa disputa se localizan, además, los ejidos chiapanecos de Canaan, Guadalupe Victoria, Luis Echeverría, La Lucha, Benito Juárez I y II, Ampliación Constitución, y Cal y Mar, que suman 22 mil hectáreas invadidas a Santa María Chimalapa.
El conflicto agrario resurgió luego de que los chimalapas bloquearon el paso a los policías y camiones cargados de madera de pino en rollo, desde el 20 de octubre en San Antonio Chimalapa, en respuesta a que ejidatarios de Díaz Ordaz se apropiaron de diez toneladas de resina propiedad de los zoques.
Desde hace 44 años el conflicto prevalece en la zona que ha sido escenario de enfrentamientos, incendio de viviendas y daños a los cultivos de maíz y frijol, así como explotación irracional de los recursos madereros, que dejó muertos a fines de los años 80.
En el contexto del clima de encono y tensión que se vive en la zona, los chimalapas retuvieron el viernes 4 de noviembre, bajo su estatuto comunal, al ganadero chiapaneco Jorge Humberto Luna Salinas, quien fue liberado en un “operativo comando” de la policía de Oaxaca el miércoles 9 de noviembre.
Después de las acciones coordinadas de protesta entre San Miguel y Santa María Chimalapa, que incluyeron 34 horas de bloqueo desde el 1 de diciembre, el Gobierno y el Congreso de Oaxaca se sumaron a las exigencias de los zoques.
El secretario general del Gobierno de Oaxaca, Jesús Martínez Álvarez, dialogó con las comunidades zoques que retiraron los bloqueos en las carreteras Panamericana y Transístmica y acordaron trabajar coordinadamente para la defensa de la selva chimalapa.
Después del encuentro que sostendrán este lunes con funcionarios de la Segob y de la SRA en la Ciudad de México, los chimalapas recibirán al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, el miércoles en las cabeceras de Santa María y San Miguel Chimalapa.
En la zona oriente de los chimalapas persiste la tensión, aunque elementos del Ejército mexicano resguardan los caminos y están asentados en San Antonio, mientras que la policía de Chiapas está ubicada en Rodulfo Figueroa y Díaz Ordaz.
Como resultado del resurgimiento del conflicto agrario, las actividades escolares siguen suspendidas en la zona y la actividad campesina, como el pastoreo del ganado y la cosecha de los cultivos como tomates y frijoles, está paralizada.