OAXACA, OAX., abril 21.- “Reconstruir un sistema de movilidad férrea significa no solo la llegada del medio de transporte público más eficiente que conocemos, sino también la generación de la primera red técnica moderna de la orbe que permitiría el desplazamiento de personas información y servicios a lo largo de su recorrido”, planteó Gustavo Madrid Vásquez, doctor en Urbanismo, en la conferencia “El Ferrocarril Oaxaqueño”, dictada en las instalaciones de la Casa de la Ciudad.
Durante la actividad que se realizó en el marco del 480 Aniversario del otorgamiento del título de Ciudad a Oaxaca de Juárez, Gustavo Madrid presentó su propuesta de movilidad férrea en los Valles Centrales, a través de un recorrido por la historia de la llegada y funcionamiento de este medio de transporte en la ciudad capital.
La propuesta, además de integrar las áreas urbanas también lo hará con los centros económicos más importantes como el aeropuerto y el Centro Histórico. El proyecto tiene una finalidad que es duplicar la velocidad con la cual la población se mueve sobre el territorio, es decir a 30 kilómetros por hora frente a los 15 y 17 kilómetros en los que se desplaza actualmente.
“Se opta por un sistema de trenes de cama baja que es prácticamente un tranvía que si bien puede alcanzar 90 kilómetros por hora, nuestro objetivo es llevarlo a 30 kilómetros, esto permitiría duplicar la productividad de la región y la competitividad se dispararía”, expuso el investigador doctorado en la Universidad Politécnica de Cataluña en Barcelona, España.
Este será un sistema que no está confinado y cuenta con una serie de intervenciones; no fracciona al territorio, es decir, debido a la velocidad con la cual operará, las personas podrán hacer el cruce al momento de los semáforos sin el riesgo de que no le dé tiempo de frenar al conductor. Es un vehículo ligero.
La propuesta no trata de reemplazar a cada uno de los actuales prestadores del servicio de transporte público sino de integrarlos a este sistema como un eje troncal.
Para hacerlo realidad el ponente propuso que una de las alternativas sería recurrir al uso de nuevas tecnologías y gestionar el proyecto en el Fondo Nacional de Infraestructuras, instancia que cuenta con 40 mil millones de pesos detenidos que no han sido explotados. En la República Mexicana apenas hay tres proyectos de vía ferroviaria que han sido subsanados.
“Nosotros calculamos que la primera etapa del proyecto tiene un costo aproximado de unos 200 millones de dólares, lo que equivale a una parte ínfima que este fondo tiene para el desarrollo de este tipo de proyectos, así que no hay pretexto para recuperar la vía ferroviaria de los Valles Centrales”, finalizó el doctor en Urbanismo.
El proyecto
Gustavo Madrid planteó tres tiempos, los cuales se sustentan en la fisiografía, el antecedente histórico del ferrocarril en la ciudad y la descripción de su propuesta.
“Contamos con dos planos que nos enseñan la configuración del territorio y la ocupación que existía en esa época, uno muestra la conformación de los Valles Centrales y nos deja ver la urgencia de traer el ferrocarril a Oaxaca”, explicó Madrid Vásquez.
Enunció que la explotación minera fue uno de los detonantes para que esto se hiciera realidad y durante el siglo XIX, la ciudad ya contaba con 130 kilómetros de vía, más una serie de trenes móviles que eran instalados cuando hacía falta en las explotaciones que se encontraban cerca de los trazos principales, de los cuales no existe información de cuantos kilómetros abarcaba.
El otro plano muestra las cuatro estaciones del ferrocarril que llegaron a existir y el sistema de tranvías, de los cuales 40 kilómetros eran funcionales. Dos eran líneas suburbanas porque conectaban a agencias como San Felipe del Agua o con el Exmarquesado, comunidades que se encontraban desprendidas con el núcleo de la ciudad.
“Con la llegada de la primera estación central que hoy en día se conserva transformada, existía otra estación de la cual acabamos de recuperar en los planos del Archivo General del Estado, que se encuentra exactamente en la zona de lo que hoy es el Parque del Amor, ahí había una estación que llegaba del ferrocarril de Ejutla de Crespo; también estaba la estación Dos de Abril, que daba servicio al ferrocarril agrícola y la estación de oriente que daba servicio al ferrocarril de Tlacolula”, enunció.
Esto quiere decir que durante 30 años la movilidad férrea en la ciudad estuvo a su máximo esplendor, ya que había una vía que atravesaba por la calle Colón, la cual formaba parte de la ruta de Tlacolula para llegar a la estación central y de ahí mandar sus furgones a la ciudad de México.
“Durante esta época había tranvías y trenes que se movían en cuatro direcciones lo cual nos habla de la importancia de este medio de transporte. Por ello es importante destacar que el ferrocarril se convirtió en un elemento que cubrió el territorio que en un principio fue buscando las minerías pero que poco a poco se volvió en un elemento que va dando estructura a una serie de asentamientos que se desarrollaron y los pueblos crecieron”, dijo.
Cuando este medio de transporte desaparece como en el caso del ferrocarril de Ejutla de Crespo en los años 30 se comienza a notar como todas las comunidades que cubría esa ruta decae y sin embargo aquellas donde pasaba el ferrocarril agrícola mantenían un crecimiento constante como lo es Zaachila.
“La sociedad de esa época de finales del siglo XIX estaba sufriendo una convulsión porque la economía estaba en su apogeo ya que había exportaciones de los Valles Centrales a otras ciudades, pero fue con la construcción de las carreteras a un costado de las vías como se empieza a desaparecer esta estructura y este transporte urbano fue sustituido por los taxis colectivos para seis personas que actualmente hacen el sistema metropolitano en la ciudad”, informó el doctor en Urbanismo.
Ante este panorama, Gustavo Madrid Vásquez proyectó la recuperación del transporte largamente usado en la región y que en la actualidad se encuentra olvidado y desarticulado, lo anterior permitirá rescatar este medio de transporte público y conectar a distintas poblaciones del Valle de Oaxaca.