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Más vale perdón que permiso

A RESERVA.- Las fuerzas sociales de Oaxaca han provocado constantes sismos políticos de diversa magnitud, lo que tiene en vilo la muy poca gobernabilidad en el estado, que reacciona de muy diversas maneras, sin duda hasta ahora sin ninguna eficacia.

El gobierno, sin atinar si seguir caminos ya andados, recurrir a la amorosa bondad de falsa comprensión social o echar mano de la consabida represión, escuchando voces conservadoras que dicen representar el futuro de Oaxaca y comenzar a llenar cárceles como en los tiempos del tutor político del gobernador actual, me refiero al otrora priista y hoy candidato del PAN, Diódoro Carrasco Altamirano.

Para la ciudadanía oaxaqueña que eligió alternamente a Gabino Cué Monteagudo, una de las razones más importante que esgrimió fue en principio el hartazgo social a gobiernos y gobernantes corruptos, prepotentes y cínicos, la necesidad imperante de restablecer el Estado de Derecho, que implica la jerarquía del Derecho por encima del gobierno, la subordinación del gobierno al Derecho.

Este principio general determina la exclusión de todo poder discrecional o arbitrario que pueda lesionar los derechos de los ciudadanos. La supremacía del Derecho, seguridad jurídica, verdadera división de poderes, protección de los derechos y libertades fundamentales de los seres humanos, limitación y racionalidad en el uso del poder.

Evidentemente en el gobierno del cambio no ha habido tal transición democrática que alcance en lo mínimo estas expectativas. La continuidad ha sido la constante y lo que parecen esfuerzos de conciliación con el pueblo se han quedado en ridículas expresiones de desquites y desagravios no cumplidos, promesas de diálogo y concertación tan cortos y excluyentes que sólo exacerban la frustración y como consecuencia la movilización ciudadana.

Tal es la causa que el pasado 23 de abril adujeron las comunidades indígenas y campesinas que conforman las Organizaciones Indias por los Derechos Humanos en Oaxaca, que en voz de una mujer indignadamente resumió la situación actual que vive Oaxaca explicando claramente el recurso de la protesta social en la calle.

Me parece importante la transcripción de algunos párrafos del discurso citado, considerando su trascendencia que de facto rompe el consabido pretexto que descalifica a priori cualquier cuestionamiento al actual gobierno estatal, justificando la inconformidad social, culpando a actores políticos anteriores al servicio de los intereses de Ulises Ruíz.

Cito: “Nosotros, habitantes de las comunidades más marginadas de las diferentes regiones de Oaxaca, que es uno de los estados más pobres de la República Mexicana, no venimos aquí porque no tengamos nada que hacer en nuestros pueblos. Tampoco nos manifestamos porque alguien nos haya acarreado, ni para hacer bulto en la campaña de algún líder o candidato. Venimos hoy a esta capital del estado de manera libre y autónoma, para ejercer nuestro derecho constitucional a expresar y manifestar nuestra inconformidad ante la situación que vivimos en nuestro estado y en nuestro país…

“Esta es la situación que vivimos: Los representantes del congreso no nos representan, los funcionarios no funcionan, los gobiernos no gobiernan…Defenderemos a nuestras organizaciones, nuestras alianzas y nuestros movimientos contra la criminalización, la persecución y la represión.

“…Mientras los asesinos y delincuentes del 2006, Ulises y su mafia, siguen gozando de su libertad y de los miles de millones que robaron al pueblo oaxaqueño. Con este dinero siguen financiando sus campañas en contra del gobierno del presunto cambio que los tolera y no los ha tocado…Siguen intactas sus estructuras dentro y fuera del nuevo gobierno…

“Siguen impunes también todos los crímenes de lesa humanidad cometidos en contra de cientos de mujeres oaxaqueñas; tal parece que aquí las mujeres no somos humanas ni tenemos derechos. Se les olvida a los gobernantes que sobre nuestros hombros y nuestro trabajo se construye esta sociedad.

“Estamos indignadas ante el silencio de las autoridades y exigimos que se erradique la violencia contra nuestro género…

“Las mujeres indígenas denunciamos también que el programa de limosnas oficiales llamado “Oportunidades” se ha convertido en un instrumento de los gobiernos de todos los colores y todas las siglas para tenernos dominadas, controladas y para impedir que nos organicemos las mujeres de manera autónoma. ¡Ya es hora que las mujeres del campo y de la ciudad luchemos por un verdadero respeto a nuestros derechos!…

“A pesar de toda esta situación que vivimos, los partidos que prometieron el cambio en Oaxaca, ya se olvidaron de esta promesa. Total, para ellos ya cambió el asunto: Ya están en el poder. El poder y el dinero, esto son los únicos principios que conocen, por ellos están dispuestos a hacer todo y por el pueblo nada”.

Ante esta situación de reconocida ingobernabilidad por el propio gobernador Cué Monteagudo, expuesta públicamente un día después de la comentada manifestación masiva, el 24 de abril, en su convocatoria a las organizaciones sociales, sindicales, empresariales y académicas, a construir un Acuerdo de Gobernabilidad y Concordia para Oaxaca, por el bien del estado y de sus habitantes y su propuesta consecutiva, en la que aduce (hasta ahora) la necesidad de consolidar el Estado de Derecho y el orden público, implicando que el casi año y medio de su gobierno, una cuarta parte del tiempo formal de su administración, Oaxaca ha vivido en el caos político, fuera de la legalidad y, según afirma en su acuerdo, las instituciones de la administración pública estatal no han funcionado debidamente; la opacidad por falta de mecanismos accesibles de transparencia en las acciones de gobierno; por ineficacia de las instancias de seguridad y policiacas que violentan sistemáticamente los derechos humanos.

También reconoce el gobernador la falta de coordinación con los poderes legislativo y judicial, a pesar de que la coalición política que lo llevó al éxito electoral tiene clara mayoría en el congreso local, es decir, tendrían que ser sus aliados, como lo han demostrado aprobando sin chistar sus iniciativas que modifican el estatus normativo según sus intereses, y por otro lado, el poder judicial del estado lo preside quien el dispuso y responde a sus designios. Entonces ¿De qué habla?

El gobernar sin rumbo, sin proyecto consensuado debidamente con los grupos y partidos políticos que formaron la coalición por la paz y el progreso, que en muchos casos se lamían los bigotes, con las cuotas de poder que lograron, alcanzando puestos y prebendas personales o de grupo, dejando descaradamente de lado las aspiraciones de la ciudadanía y el bien general. Estas son las consecuencias.

La imposición de personajes oscuros sin ética política en puestos estratégicos cuando así le convenía, -es el caso de Irma Piñeyro y Benjamín Robles- que montaron toda una estructura electoral aprovechando sus funciones y recursos, para después erigirse candidatos incomodos a los actuales intereses del gobernador y sus secuaces.

La permanencia impúdica de funcionarios de primer nivel con atroces compromisos, como es el caso del Procurador de Justicia Manuel de Jesús López López, los millonarios empresarios José Zorrilla de San Martín, Secretario de Turismo, y de SINFRA, Netzahualcóyotl Salvatierra López.

Mención especial merece el Secretario de Finanzas, Gerardo Cajiga Estrada, hombre poderoso que al parecer tiene gran ascendencia en el ánimo de Cué Monteagudo, quien no solo protege su permanencia, que ha sido incluso motivo de conflicto en la estructura gubernamental por la displicencia y retardo con la que el señor libera los recursos a las diferentes dependencias, también consiguió que el gobernador con esa facultad tan flexible y discrecional de emitir decretos, creó el Centro de Diseño de Oaxaca, ex profeso para Lizeth Galván Cortés, esposa del funcionario, quien puso como condición para vivir en Oaxaca y resguardar la seguridad emocional de su marido tener una chambita que le permitiera desarrollarse como diseñadora junto con algunas amigas, todas venidas de otras ciudades, para lo que le inventaron estratégicamente una dirección general con un presupuesto envidiable, mucho mayor a cualquier organismo estatal de esta naturaleza, 12 millones de pesos, de los cuales casi nueve millones son para el pago de su mini nómina, casualmente todos de nivel superior y medios y maxi remuneraciones en sueldos y compensaciones.

Este Centro de Diseño de Oaxaca, que agradece explícitamente la señora Galván Cortés se describe como “un espacio social y cultural vibrante y diverso”; su personal, se autocalifica como “una nueva generación de funcionarios que contribuyen a la estabilidad, esperanza y dignidad de las comunidades que están luchando contra la pobreza. ¿Será? Suena a demagogia que juega y manipula con la condición étnica y la pobreza de la región.

También este CDO dice coadyuvar con las y los universitarios de esta área académica, pero la sorpresa es que los convenios son con alguna Universidad privada del D.F. Por otro lado, no existe contratación de personal asignada al CDO, todo programa y trabajo se hace mediante contratación externa y sí, adivinaron, se contrata a las amistades de la directora general.

Para rematar es la única instancia de gobierno a la cual la Secretaría de Finanzas atiende y resuelve en tiempo y forma los asuntos financieros y claro también se encarga de su comprobación de gastos adecuando y ajustando debidamente las cifras y conceptos. Aquí y en China, esto es corrupción.

Sin duda alguna, los errores tienen consecuencia y en la política impactan a la sociedad gobernada, que tarde o temprano se erige pidiendo cuentas.

Parece que en Oaxaca privó el principio de “Más vale pedir perdón que permiso”. ¿Qué pasó con la promesa mil veces dicha en campaña?: “Gobernaré obedeciendo”.

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