A RESERVA.- A partir del llamado del gobernador Gabino Cué Monteagudo a las organizaciones de la sociedad oaxaqueña para adherirse al Acuerdo de Gobernabilidad y Concordia, los grupos, asociaciones, sindicatos y partidos políticos ven la oportunidad de pedir regalos y prebendas -cual si se tratara de la carta a los reyes magos-, incluso hay quien asegura que el gobernador pareciera desesperado y habría que aprovechar para hacer su agosto.
Claro que la mayoría de agrupaciones sociales ignoran el camino para llegar a los brazos de Cué Monteagudo y acceder a la firma correspondiente que les permita entregar sus peticiones al gobernante. Todo parece indicar que primero debe haber movilización para hacerse visible y ser llamados a la concertación. Por supuesto, entre más gente se movilice y mayor bulla se haga, las posibilidades de tener éxito aumentan.
El gobernador de Oaxaca se encuentra tan dispuesto a la negociación que verdaderamente resulte en posibilidades de gobernanza, que aceptó reunirse con la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, para recibir su pliego de demandas. Las y los maestros aprovecharon el desfile del 1 de mayo para llegar al palacio de gobierno y gritar sus consignas en las que incluían un “no al acuerdo”.
Sin embargo, platicaron y concurrieron en lo que nadie en su buen juicio podría estar de acuerdo. Celebraron, por ejemplo, la coincidencia de continuar impulsando juntos la mejora de la calidad de la educación pública en el estado. Gabino Cué condescendiente afirmó que comparte su preocupación y prioridad por la educación y reconoció el gran esfuerzo que la sección 22 ha hecho para elaborar un plan que mejora la educación en Oaxaca. Al parecer la gobernabilidad requiere decir incongruencias que ofenden la dignidad de la población oaxaqueña.
El gobernador despidió a la comisión magisterial con una palmada de espaldas, una buena foto y una bofetada al pueblo al aseverar “que el magisterio oaxaqueño viene aportando mucho a la gobernabilidad del estado, porque a pesar de hacer uso de su derecho a la libre manifestación, no ha realizado bloqueos como en épocas anteriores”.
Parece chacota verdaderamente que con todo y la “buena voluntad” del gobernador y a pesar de la demostración de empatía con las causas magisteriales, la sección 22 emplazó al paro indefinido de los 74 mil 590 integrantes del magisterio desde el 15 de mayo, afectando a un millón 300 mil alumnos.
Y mientras el propio gobernador busca formas para alcanzar alianzas que le permitan gobernar, los altos y medianos mandos de la administración estatal, siguen la inercia de hacer lo menos, gastar lo más en su promoción política o cuando menos en capitalizar los privilegios alcanzados en aras de pagar favores electorales. Ese, precisamente, resulta el sino de la coalición por la paz y el progreso.
De verdad ¿no más violencia?
Está de risa, el gobierno de Oaxaca que anunció con bombos y platillos que 2012 sería el año de la NO violencia hacia las mujeres, para lo que se le ocurrió al gobernador otra treta mediática que coronó con el enunciado: “Gabino Cué impulsa acciones para combatir violencia contra las mujeres”. Sin embargo, como una guasa infantil, festejó el día de los niños y noel de las niñas.
La tan anunciada acción consistió en cuatro días de escuelita para burócratas de 21 estados de la república, hoteles, paseos y comidas de lujo, todo incluido, pagado por supuesto por nuestras tan endeudadas arcas del estado. El evento organizado y presidido por la funcionaria fashión Dilcya Samantha García Espinoza de los Monteros, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), de la Secretaría de Gobernación.
Al inaugurar el Seminario Taller de Centros de Justicia para las Mujeres, la demagogia en los discursos fue la constante; en principio Cué Monteagudo indicó ufano el compromiso que las instituciones de México, las organizaciones sociales y el sector académico del país tienen a favor de la mujer; sin embargo, en el acto no se encontraba quien representara formalmente ni al sector académico ni el social, no por lo menos de Oaxaca. Asimismo, nuevamente fue notoria la ausencia de la directora general de la instancia estatal de las políticas de género.
La titular del CONAVIM solo atinó a reconocer lo único que no se mide, salvo que sea con notas de ocho columnas y cacaraqueados compromisos políticos: la voluntad política, que según ella es suficiente, aunque no se acompañe de acciones positivas y contundentes.
Así, otra vez, se acudió al desgastado y retórico recurso de la inclusión de las mujeres en las políticas publicas; se escucharon sendos discursos que ofenden la inteligencia y dañan más aún la disminuida democracia que ve casi inalcanzable la justa igualdad.
Habrá quien piense que un taller es importante, sin duda, siempre que sea una posibilidad de abundar en acciones encaminadas verdaderamente a solventar la penosa condición de violencia hacia las mujeres en Oaxaca.
Pero no es así, no en esta ocasión donde presidieron el evento de manera pomposa y desfachatada los funcionarios de élite, aquellos, uno a uno, a quienes su presencia pudo denigrar los derechos de las mujeres o cuando menos tolerarlo convenientemente.
Francisco Martínez Neri presidentes de la Mesa Directiva de la Legislatura local; Alfredo Lagunas Rivera, Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado; Manuel de Jesús López López, Procurador General de Justicia; los secretarios de Salud, Germán Tenorio Vasconcelos, y de Seguridad Pública, Marco Tulio López Escamilla.
La indiciosa omisión del estado en cuestión de leyes, por ejemplo, en razón de las reformas integrales en materia de violencia obstétrica, familiar y claro la tipificación como delito autónomo del feminicidio; lo menos que podríamos decir del Congreso del estado es que ha sido omiso, negligente y cómplice de esta violencia institucional.
Qué decir de la impartición de justicia en Oaxaca que llega en pedazos, pichicateada o de plano no llega a las mujeres, cuando sabemos que los expedientes “peligrosos” guardan el sueño de los justos y no se ha dictado sentencia alguna en delitos de trata de personas.
Y de la procuración de justicia, cómoda y lenta, argumentando siempre desfachatados pretextos, de plano inventando cifras que favorezcan a sus incompetentes funcionarios, subterfugios y chanchullos que respondan cínicamente por sus equivocadas averiguaciones previas y nula investigación que en todos los casos se recrudecen cuando las víctimas son mujeres.
Y de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, que son violentados al no garantizarse la debida información, el cuidado y la prevención, la atención adecuada antes, durante y después del parto.
Las autoridades de salud han hecho de su política frente a las necesidades de las mujeres ojos ciegos y oídos sordos.
También hay que aludir la terrible inseguridad que en Oaxaca existe, especialmente para las mujeres, precisamente por la impunidad frente a los crímenes de género y la falta de acciones que protejan la integridad de niñas, jóvenes o mujeres de la tercera edad. La ineptitud y complicidades de las policías que recrudecen el estado de permanente inseguridad.
Es claro, cualquier pronunciamiento o acción aislada del gobierno no legitima de ninguna manera ni hace creíble esa “voluntad política” que no se acompaña de acciones concretas y permanentes, que demuestren con hechos que en este año o lo que queda de él, es para las mujeres un año donde los caminos sean menos áridos. Que las funciones del Estado sean de eficiente colaboración, con el fin de prevenir, combatir y erradicar la violencia por motivo de género.