OAXACA, OAX., enero 6.- El Secretario General de Gobierno, Jesús Martínez Álvarez, admitió que muchos de los conflictos agrarios que prevalecen en Oaxaca son parapeto de la siembra de enervantes y ubicó a la Sierra Sur, Mixteca y los Mixes como las zonas con mayor presencia de este delito.
Sin precisar el número de comunidades en donde hay siembra de marihuana, indicó que éste ilícito se da en donde existe mayor aislamiento en infraestructura para poder acceder. “En muchas ocasiones (los conflictos agrarios) sirven de parapeto no para una comunidad, para dos o tres que manipulan las cosas y no quieren que se arreglen para proteger otros intereses”, puntualizó.
El ex gobernador interino, refirió que las denuncias de presencia de siembra de drogas en las comunidades de Oaxaca han sido emitidas por personajes como el padre Solalinde Guerra. Al referirse al conflicto que prevalece entre San Lucas Camotlán y San Miguel Quetzaltepec, Martínez Álvarez indicó que la zona está considerada de alta conflictividad social.
“Primero, porque hay muchos conflictos agrarios, segundo se ha convertido cercano a la zona en un lugar de tráfico de indocumentados, tercero hay armas y la otra siembra de marihuana fundamentalmente”, reconoció.
Ante ello, adelantó que en el transcurso de esta semana se establecerá dos tipos de estrategia: en materia de seguridad el Ejército, la Policía Preventiva, la Procuraduría General de Justicia, designarán un Ministerio Público especial para la zona.
La otra es que las dependencias federales y estatales desarrollarán una reunión en la capital y en la zona en atención a las problemáticas que persisten en las obras, así como la implementación de canje de armas por dinero o despensas.
Martínez Álvarez aseguró que la Secretaría General de Gobierno desconoce la cantidad de hectáreas de marihuana destruidas y detectadas por el Ejército Mexicano. No obstante dijo que en cada acción son notificados por los mandos militares.
Martínez Álvarez comentó que en la víspera se divulgó un reportaje sobre la presencia de enervantes en Yucutindó, ubicado en la Sierra Sur de Oaxaca, donde hay conflicto agrario y “casualmente nunca aceptaron llegar a un acuerdo en materia agraria. No firman para que no vaya la policía, para que haya conflicto y no se presente nadie. Resulta que en la parte alta de Yucutindó había grandes sembradíos de marihuana”, apuntó.
“Normalmente cuando hay armas siempre hay drogas aunque los pueblos para resolver sus conflictos internos usan las armas, el problema es que son armas prohibidas por el Ejército mexicano y eso nos preocupa mucho”, completó.