+ La legisladora Hita Ortiz Silva habló por las mujeres que viven en los cinturones de pobreza de ciudades, colonias, barrios y pueblos entre las montañas
+ Ángela Hernández Solís reconoció que las mujeres NO se han liberado del yugo de la discriminación
+ Leticia Álvarez señaló que faltan más mujeres en puestos y cargos públicos
+ Ivonne Gallegos dijo que las reformas y leyes aprobadas son pequeños granos que germinarán en décadas
+ Carolina Aparicio advierte que la violencia contra la mujer está alcanzando el punto más alto en su historia con niñas utilizadas como monedas de cambio porque el Estado mexicano ha propiciado la violencia institucional generalizada
SAN RAYMUNDO Jalpan, Oaxaca, marzo 13.- Coincidieron en diversos aspectos: en la eliminación de toda forma de explotación y discriminación de género, así como en la erradicación de la violencia contra las mujeres.
También exigieron respeto, igualdad, mejores oportunidades de vida y de trabajo, y que de una vez por todas se borren los estereotipos de que las personas del sexo femenino únicamente fueron hechas para el hogar.
Y a través de una serie de reflexiones establecieron que es necesario trabajar conjuntamente para garantizar a las féminas el goce de sus derechos fundamentales.
Fueron cinco diputadas de la LXI Legislatura del Estado quienes manifestaron sus puntos de vista sobre el tema, en el marco de la conmemoración del “Día Internacional de la Mujer”.
El marco: la sesión solemne de Congreso efectuada este miércoles, encabezada por el presidente de la Mesa Directiva, Javier Villacaña Jiménez, del PRI, para dar cumplimiento al acuerdo número 521, aprobado el 4 de marzo por la LXI Legislatura del Estado.
Así, abordaron la tribuna las legisladoras Hita Beatriz Silva, coordinadora de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo (PT); Ángela Hernández Solís, de la bancada del Partido Movimiento Ciudadano (MC); Leticia Álvarez Martínez, del PRD; Ivonne Gallegos Carreño, del PAN, y Florencia Carolina Aparicio Sánchez, del PRI.
LAS MUJERES EN LOS CINTURONES DE POBREZA
La diputada Ortiz Silva lanzó una interrogante para saber “si nos hemos puesto a pensar la forma en que sobreviven las mujeres en los cinturones de pobreza de las grandes ciudades, en las colonias, los barrios y las comunidades asentadas entre las montañas”.
Resaltó: “creo que no estamos en condiciones de celebrar –por lo menos en Oaxaca– el Día Internacional de la Mujer”.
Indicó que si lo que se quiere es conmemorar a las mujeres que tuvieron que entregar su vida para que ese día fuera destinado a ellas, “lo menos que pueden hacer los tres niveles de gobierno es preocuparse por hacer llegar al mayor número de féminas los servicios básicos y programas de asistencia social y médica que permitan a cada una gozar de buena salud y una vida digna”.
Dijo que a diario leemos noticias de mujeres violadas, asesinadas, que han sido despedidas de las fábricas, o que de una u otra forma han sido víctimas de la violencia de este sistema, del machismo.
Pero también se refirió a la “poca capacidad que aún tiene parte de nuestra sociedad para discernir que las mujeres no son sólo un objeto, sino seres humanos con cualidades y que están dispuestas a salir adelante al igual que los varones”.
“Queremos que de una vez por todas se borren esos estereotipos de que las mujeres únicamente fuimos hechas para el hogar”, porque “ya les demostramos que somos capaces de ocupar cargos públicos y representar dignamente a nuestro pueblo”, dijo.
EL YUGO DE LA DISCRIMINACIÓN
En tanto, la legisladora Hernández Solís reconoció que si bien se han logrado enormes progresos en favor de la igualdad de género, no se puede decir que las mujeres se han liberado definitivamente del yugo de la discriminación.
“Esa desigualdad se manifiesta en persistentes brechas en los sueldos y el acceso a las oportunidades, en la baja representación que tienen en los puestos de liderazgo, en el sector público y privado”, dijo.
Indicó que las limitaciones, disparidades y obstáculos que en general padecen las mujeres se tornan más marcadas en el medio rural, pues trabajan largas horas con poco o ningún salario y producen una gran proporción de alimentos. “Son agricultoras, empresarias y líderes, y contribuyen en la manutención de sus familias y comunidades”, subrayó.
La Legisladora del MC lamentó que a pesar de todo este valioso aporte a la vida familiar y social, las féminas sigan padeciendo la desigualdad en el acceso a la tierra, los servicios y a otros bienes productivos, y las aleja de alcanzar su máximo potencial”.
HACEN FALTA MUJERES EN PUESTOS Y CARGOS PÚBLICOS
A su vez, la diputada Álvarez Martínez apuntó que hacen falta mujeres en puestos y cargos públicos, e hizo un recuento de que en la LXI Legislatura del Estado, de los 42 integrantes sólo hay 15 legisladoras.
“Se observa a una sola mujer frente a 15 hombres en el gabinete gubernamental y únicamente hay 18 mujeres dirigiendo un municipio, de los 570 en la entidad”, refirió.
En este sentido, la Legisladora perredista resaltó que en el tema de la participación política electoral hay una desigualdad de género respecto del poder público, “lo cual significa una negación a la aspiración de una democracia plena en el Estado”.
Sostuvo que siendo el sistema de cuotas una herramienta de impulso de la participación ciudadana de las mujeres, el porcentaje mínimo del 40 por ciento es insuficiente.
“Es necesario arribar a la paridad total, tanto en puestos de representación popular como en cargos de designación directa, porque sólo así se podrá hablar de igualdad política y de la verdadera participación de las mujeres en la toma de decisiones de gobierno”, señaló.
LA SOCIEDAD IGUALITARIA SEMBRADA GERMINARÁ EN DÉCADAS
Luego vino el llamado de la diputada Gallegos Carreño a sus homólogos a “no volver a retroceder, sino a evolucionar positivamente y trabajar en conjunto porque sólo así podrá garantizarse a las mujeres el goce de sus derechos fundamentales”.
Dijo que en la LXI Legislatura del Estado se han realizado reformas y creado leyes con la finalidad de construir una sociedad más igualitaria, pero reconoció que “esas modificaciones son pequeños granos que germinarán en unas cuantas décadas más”.
“Sus efectos no son inmediatos, pues requieren del compromiso de las y los servidores públicos, de la participación de la sociedad civil y de las propias mujeres”, añadió.
La Diputada panista refirió el tema de las “juanitas” y de las “cuotas de género” y expuso que en el primero se busca que no se transgreda un derecho en donde se coarte a la mujer para ceder su curul en favor de determinado género.
Y en el segundo caso, que no se permita que sucedan más casos en donde se evada desde la ley el derecho de las féminas a ser postuladas a un cargo de representación popular, lo que quedó legislado en el Código de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales en el Estado de Oaxaca (CIPPEO).
Recordó el derecho de las mujeres a participar en las asambleas comunitarias, y la reforma constitucional para que cada Ayuntamiento procure contar con una Regiduría de Equidad y Género.
Además, que en agosto de 2012 se logró la tipificación del tipo penal de feminicidio y también se creó la Ley para prevenir, sancionar y erradicar los delitos en materia de trata de personas y para la protección y asistencia a víctimas de estos delitos.
LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, EN EL PUNTO MÁS ALTO DE LA HISTORIA
En tanto, la legisladora priista Carolina Aparicio señaló que la violencia contra la mujer es otro punto en el cual, si bien observamos progreso, no hemos logrado erradicar su presencia y, por el contrario, está alcanzando el punto más alto en su historia.
Dio cifras y dijo que aproximadamente 173 mujeres y niñas fueron asesinadas en los dos últimos años en la entidad oaxaqueña, y hoy con la aprobación del tipo penal de feminicidio se ha avanzado, pero no lo suficiente para erradicar la violencia contra este sector de la población.
“En pleno siglo XXI es lamentable que la venta de mujeres sea nota nacional; tal es el caso del reportaje denominado “Las mujeres de Itunyoso”, que narra la historia de niñas de 13 años que son utilizadas como moneda a cambio de cigarros, mezcal, animales y dinero”.
“Cierto que el Congreso del Estado ha contribuido con penalidades más severas, pero no ha sido suficiente”, dijo y refirió que aunada a la violencia que ejerce la sociedad en contra de las mujeres, el Estado mexicano ha propiciado desde hace años una violencia institucional generalizada.
“Ello, a través de la aprobación de leyes restrictivas de sus derechos humanos y la implementación de políticas públicas que olvidan, invisibilizan y marginan a las féminas, sobre todo aquellas que se encuentran en situación de pobreza extrema”, añadió.
La diputada Aparicio Sánchez puntualizó que uno de los ejemplos en donde hay mayor violencia institucional es en los casos de mujeres en reclusión, donde las condiciones jurídicas y materiales son aflictivas y generan daños y sufrimientos físicos, psíquicos y morales injustos e innecesarios.