OAXACA, OAX., marzo 15.- El Partido Revolucionario Institucional no es un instituto político de marchas, bloqueos, plantones, secuestro de camiones y tomas de oficinas, mucho menos desestabilizador. “El PRI es respetuoso de la legalidad y del Estado de Derecho. El PRI demuestra su arraigo con trabajo y acciones en favor de la sociedad, no con violencia”.
Así lo señaló el coordinador del grupo parlamentario del tricolor en la LXI Legislatura local, Francisco García López, al afirmar que los oaxaqueños en general “reprobamos la embestida de grupos vandálicos y radicales contra la vida cotidiana de los habitantes de la capital del estado y de otras ciudades como Tuxtepec, grupos identificados y aliados del propio Gobierno del Estado”.
Aseguró que el PRI, como su nombre lo dice, es un partido institucional que lejos de provocar la confrontación entre la sociedad, busca los caminos adecuados para resolver los problemas que aquejan a los oaxaqueños.
“Las acciones de desestabilización dañan mucho nuestro desarrollo, frenan y ahuyentan las inversiones, como en muchos casos ha sucedido en Oaxaca. Las acciones desestabilizadoras vienen de grupos y organizaciones ajenas al tricolor”, recalcó.
Aseguró que las autoridades gubernamentales no tienen que investigar mucho para encontrar los hilos que mueven a estos grupos desestabilizadores, dice, vienen de las propias oficinas de algunos de sus colaboradores, son sus aliados.
Irónicamente, ha sido el PRI, como oposición responsable, el partido que desde el Congreso del Estado ha llamado a esos grupos a solidarizarse y no a sabotear a este gobierno surgido de una alianza de la que forman parte.
“Siempre les hemos pedido que apoyen al gobierno que llevaron al poder, que no lo dejen sólo, que sientan su respaldo en todas las acciones que inician, porque si le va bien al Gobierno del Estado, le va bien a Oaxaca, y es lo que los priistas queremos, que le vaya bien a nuestra entidad”.
El PRI, insiste el líder parlamentario del Revolucionario Institucional, nunca le ha apostado al fracaso de este gobierno, porque las malas cuentas solo terminaran afectando la ya de por sí deteriorada calidad de vida de los oaxaqueños.
Por eso urgió al Gobierno estatal a exigir de sus aliados una actitud propositiva semejante y dejar de dañar la economía de la capital y de trastocar los derechos de terceros. Es tiempo ya de frenar esta escalada de acciones violentas contra el corazón cultural, político y económico de los oaxaqueños, concluyó.