+ La oratoria está en decadencia y hay que rescatarla, urgió el presidente del jurado calificador: Marco Antonio Baños Avendaño

SAN RAYMUNDO Jalpan, Oaxaca, marzo 19.- El recinto legislativo del Congreso del Estado fue este martes el “coliseo de la palabra”.

Ahí, 26 jóvenes de 17 Estados de la República se enfrentaron en un duelo de la elocuencia, de la oratoria.

“De una tradición que los oaxaqueños no queremos que muera”, resaltó el presidente del jurado, Marco Antonio Baños Avendaño, cuando ya la justa había concluido.

Vino la reflexión: “La oratoria está en decadencia y hay que rescatarla”. Y también el reconocimiento a los participantes que, “con sus discursos están cultivando esa tradición”.

La sede del Poder Legislativo del Estado fue el escenario donde se desarrolló la fase nacional del Certamen Nacional de Oratoria, en su XIII edición.

La convocatoria de la Comisión Permanente de Educación del Congreso del Estado, que preside el diputado Perfecto Mecinas Quero, del Partido Movimiento Ciudadano (MC), tuvo la respuesta esperada.

Así llegaron los jóvenes de Baja California, Chiapas, Coahuila, Colima, Durango, Distrito Federal, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz Yucatán y Oaxaca.

Hubo dos rondas donde los “hermanos de la palabra”, como lo calificó uno de los participantes, pusieron a prueba sus conocimientos. Así, en la primera resaltaron la figura de Juárez y su obra, los problemas por la falta de lectura en México, el Plan Nacional de Desarrollo y el Pacto por México.

Vehementes, los concursantes definieron sus posturas ideológicas y disertaron también sobre el problema del agua en el país. De igual manera debatieron sobre la riqueza y la pobreza de la nación mexicana, y sobre la reforma educativa.

No hubo tregua en la lucha que se libró en el recinto legislativo “Benito Juárez”, que se transformó este martes en el “coliseo de la palabra”.

Tras la primera ronda de tema preparado, vino la segunda de improvisación, la de demostrar los conocimientos y el hábito por la lectura.

“Leer no es hábito de jóvenes, sino de todos los mexicanos”, afirmaría después uno de los jurados.

Desde su curul, no perdía detalle el diputado Francisco García López, coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la LXI Legislatura.

“En sus mentes existe conocimiento, pero también rebeldía”, subrayaba uno de los jurados.

Se perfilaban los finalistas y vino entonces la segunda ronda. Seguía en la batalla el representante de Oaxaca, Carlos Eduardo Molina López, pero los participantes de otras entidades del país tampoco daban tregua.

Por fin la justa se definió: Hubo dos menciones honoríficas: una para Mar Grecia Olivia Guerrero, del estado de Durango, y otra para Carlos Eduardo Molina López, de Oaxaca.

El tercer lugar fue para Ángel Daniel Torruco González, de Yucatán; el segundo para Paul Mil Hernández, de Veracruz, y el primero para Christian Antonio Carrillo Puerto Alvarado, del Distrito Federal.

Las “tradiciones mexicanas” fue el tema con el que participó el estudiante de la Facultad de Derecho de la UNAM.

Y la oratoria, “hay que cultivarla porque es una tradición que está decadencia”, concluyó el Presidente del jurado.