OAXACA, OAX., abril 8.- De un día para otro cambió el ritmo de vida entre habitantes de la capital del Estado, niños y adolescentes regresaron a las escuelas terminadas las vacaciones de Semana Santa y surgieron las carreras de urbanos y autos particulares, al igual que los padres de familia.
El cambio de horario influyó para que muchos—padres e hijos—despertaran, se levantaran tarde y se lanzaran a las calles aún oscuras, para dirigirse a la toma de un camión urbano o a pie encaminarse a las escuelas de segunda enseñanza, esto en los adolescentes.
Desde muy temprano se vieron camiones urbanos repletos de usuarios, en su mayoría muchachitos—hombres y mujeres—cursando estudios de secundaria, donde la mayoría aprovechaban el tiempo manejando su teléfono celular, la novedad en los actuales tiempos.
Por lo que respecta a los chiquitines cursando estudios de preescolar y primaria, la situación fue diferente, normalmente la entrada a las escuelas es a las 8 horas y en algunos casos a las 9. Tuvieron más tiempo para levantarse, echarse un baño y comer lo que hayan preparado o reservado sus padres.
En el caso de los pequeños que asisten a los jardines de niños, por su edad, aun no están en condiciones de desplazarse en forma individual por la vía pública, sus padres de condición económica reconocida, cuentan con vehículo y los llevan cómodamente y sin problemas a sus respectivas escuelas y en iguales condiciones los recogen al medio día.
La situación no es la misma con la gente humilde, la que vive pudiéramos decir al día, pero procuran educación para sus hijos y ahí los ve a temprana hora salir de sus domicilios y dirigirse a los centros de enseñanza preescolar.
Con los niños en brazos o jalándolos de uno de sus brazos, ahí van por las calles afrontando los peligros del tránsito vehicular, particularmente de los camiones que prestan al servicio urbano, donde tanto a concesionarios como a choferes, lo único que les interesa es ganar dinero, la protección a los peatones, poco les preocupa.
Este lunes se reiniciaron las clases en todo México, en Oaxaca máas de un millón de escolares del nivel básico retornaron a las aulas con los mejores deseos e intenciones de aprender, y hay confianza, seguridad de que los maestros se olviden de paros y manifestaciones y se dediquen a su labor consistente en estar en las aulas y orientar, preparar académicamente a quienes son puestos en sus manos y bajo su responsabilidad, los niños.